T/N x Harem
En un mundo donde los héroes y villanos luchan por el dominio, un joven llamado T/N vive una vida aparentemente normal como estudiante en la U.A. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando comienza a desarrollar habilidades inusu...
Era molesto escuchar la alarma que lo levantaba tan temprano, ¿Pero saben que era más molesto que eso? Oler el desayuno quemado que preparaba su tutor temporal que era ni más ni menos que el mismísimo Hawks.
- Idiota. ¿De nuevo dejaste quemar el desayuno?- Se quejó el menor mientras entraba a la cocina.
Siempre que el alado cocinaba era un desperdicio. Siempre dejaba quemar algo.
Hawks solo miraba con decepción aquel sartén que contenía unos huevos quemados. ¿Cómo era que ni siquiera podia hacer unos simples huevos?
- ¿Sabes qué? Pidamos un domicilio. ¿Quieres hamburguesa?- pregunto el mayor mientras tomaba su teléfono.
El Pelirosa se quedó callado mientras miraba juzgadoramente a su tutor. Este le miro sin entender del porqué le miraba así.
- Hawks. Son las malditas 7 de la mañana y tú piensas ¿desayunar hamburguesa?- Hablo seriamente.
El rubio se quedó callado. Era cierto, apenas eran las 7, pero él tenía hambre.
-Hamburguesa será.- Ignoro completamente la queja del menor sobre la hora- Y dime Keigo, sabes que mientras estemos en nuestro hogar no soy el héroe Hawks.- Le dio una leve sonrisa para posteriormente poner el teléfono en su oreja esperando a que contestarán.
El Pelirosa soltó un suspiro.
- Está bien, Keigo-Sama.
No llevaba mucho tiempo con el héroe alado. Máximo unos 3 meses, por lo cual aún no se acostumbraba a llamarlo por el nombre. Además que al ser el héroe número 3 no le veía tan seguido.
Antes de dirigirse a su cuarto paro en seco ¿Cómo pensaba conseguir hamburguesas tan temprano? No pensaba que alguna hamburguesería estaría abierta a esas horas.
- ¿Keigo-Sama cómo piensa conseguir una hamburguesa a estas horas?- pregunto curioso el menor.
Keigo le miro para sonreírle y guiñar su ojo. Al parecer tenía algún tipo de contacto que le ayudaba con eso. No le pareció extraño, después de todo el rubio no tenía muy buenas costumbres alimenticias.
Comía cuando podía que mayormente era muy tarde de la noche y en la madrugada/mañana, en las tardes solo comía pollo frito. No sabía cómo no se cansaba de este.
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Miro su reloj impaciente. No podía creer que al día siguiente serían las pruebas para entrar a la UA. Pensaba no hacerlas pero la presión de varios héroes que anteriormente fueron sus tutores estaban sobre él. No quería decepcionarlos.
Esperaba impaciente a Hawks, no sabía si en la mañana lo encontraría. Quería unas palabras de apoyo para almenos calmarse un poco.
- Hawks, digo... Keigo-Sama ya debió haber llegado...- Se corrigió a si mismo mientras miraba la puerta con preocupación.
