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“I push it down , push it down"
«Carlos»
——No creo que haya sido para tanto, nada más eran unos rasguños, pudo haber sido su gato o su perro——dijo negando, no le gustaba para nada su nuevo trabajo, le gustaba el dinero que le dejaba, aunque, en cierto modo por lo menos ahora no estaba en medio de una guerra civil en Sudamérica.
Su compañero se giro a verle, de una mala manera——no podemos arriesgarnos, los dos escuchamos bien las órdenes de Nikolai y ya sabes bien como actúa cuando algo no es de su gusto. Además, ni si quiera sabemos quién es el, no es un ciudadano que importe, en dos días lo van a olvidar.
Carlos sintió que le hablaba a una roca, el no era menos inocente que su amigo, pero si sentía culpa ——¿y la mujer, la chica?, la dejaste ir sin revisarla, ¿qué pasó con ella?——Pensó en aquella pelirroja que apenas le dirigió la palabra, «ella si no se veía tan sospechosa...», se dijo a si mismo.
——Ella no se veía tan mal como el, además, ¿por qué asustar a una linda dama cómo ella?——soltó una risa y Carlos lo miro medio extrañado.——Capaz que me la vuelva a ver y si eso pasa...——sonrió de manera picar.
——Ojala que no lo hagas y no seas tan guarro...——murmuro, alejándose de él, su amigo es buena persona, pero aveces suelta esos comentarios que hacen que Carlos se replantee su amistad con el.
——De igual manera, creo que es la hermana de Redfield, hace unos años que el la saco de aquí y quizá ya volvió...——dijo al aire.——Por lo menos cuando se fue era pelirroja.
——¿El amigo de Wesker?——preguntó el sudamericano y el otro asintió.
Luego de eso siguieron con su ronda de vigilancia, Oliveira se encontraba preocupado, no le gustaba lo que el hacía aquí, apenas sabía que función tenía el dentro de Umbrella, ni siquiera se sentía parte. El mismo Wesker le había dicho que estar formando parte de una fuerza de la compañía farmacéutica era un lujo, ¿pero por qué?.
Aunque, otra cosa se le cruzó por la mente, a ellos le habían ordenado que cualquier persona que parezca sospechosa... La eliminen y den aviso a sus otros compañeros ya que podrían ser un peligro para la organización. Y de igual manera, ¿por qué?.
No podía quitar de su mente lo que había ocurrido a la mañana y la ejecución de ese hombre... ¿Qué hacía esa pelirroja ahí?. La única pelirroja que se conocía en la ciudad es la hermana del oficial Redfield. Pero el no creía que fuera ella, parecía más joven para serlo.
Por lo que se dio cuenta de que esa mujer no es de aquí, y como tampoco la escuchó no podía saber de dónde era ni por si tenía algún acento. Quería buscarla, pero claro, no se lo diría a si compañero, ese descarado lo vería mal.
Nikolai afirmó que por cada persona que tachen, les entregarían más de doscientos dólares. Ya iban una, y por el momento lo que más movia a Carlos por no tener a su familia cerca de el, es el dinero.
Raccon es una ciudad pequeña dentro de todo, y una persona con ese color de cabello no se puede esconder así de la nada.
Y su búsqueda no fue muy larga, ya que ni bien llego a la comisaría la vio, alado del viejo y gordo jefe Irons. ¿Y si es una nueva oficial, una novato?.
Suspiro, se había quedado con las ganas de recibir más dinero. Por lo que solo se fue a pequeño hogar. Una casa de dos habitaciones, un baño y una diminuta cocina. Pero el es feliz, sabiendo que ya no esta en tiempos de guerrilla y no es probable que le despierte el ruido de balaceras y granadas...
