El reencuentro

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Este solo podia sentir una emoción en ese momento, dolor, dolor por abandonar su vida, a sus hijos, a su esposo, todo por su propio bien, por que sabiendo que estando con ellos los lastimaría, prefería estar lejos de ellos, mientras ellos estuvieran bien... Sabia que todo estaría bien.

Mas no para el

Estaba en la gran y hermosa Italia, en una casa bastante decente, lujosa, pero el venezolano estaba en una cocina mas grande, cocinando debil mareado, el embarazo no le estaba yendo bien, solo sentia como todo le daba vueltas, pero a Finlandia no le importaba, le ordenaba siempre tener que encargarse de todo en el hogar, si era algo pesado este debia encargarse, si era algo que posiblemente lo dejara muy lastimado lo debia hacer, aunque estuviera agotado, aunque estuviera debil, aunque le doliera los tobillos este tenia que obedecer. Finlandia bebía demasiado, muchas veces intentaba acostarse con Vene pero siempre el pequeño latino podia salirse con la suya para poder quedar a salvo.

Pasaban los meses

Nada cambio. Finlandia se volvía cada vez mas brusco, lo dejaba dormir en la calle, no le daba de comer, le gritaba y le golpeaba en el rostro solo por que este no obedecía bien las ordenes. Impotencia, lo que sentia en ese momento, no sabia que hacer, ¿Qué haría cuando naciera su pequeño bebe?, estaba en riesgo pero si se iba Finlandia aun podria mover sus hilos y matar a su familia.

¿Ahora? Estaba arrinconado detrás de la cama escuchando los insultos de su borracha pareja la cual le decia "Perra", "porquería", y miles de insultos mas solo por que este no deseo acostarse con el. Ya faltaba poco para que su bebe naciera solo unas semanas pero no sabia que hacer hasta que....

- Que mierda¡??¡¡

- Signor Finlandia, lei è in arresto!

Grito un soldado mirando enojado a Finlandia para luego lanzarse sobre este y esposarlo mientras este gritaba y se removía, Venezuela solo se asomo levemente por la puerta de quien se trataba, cuando grata fue su sorpresa al ver quien era. Sus ojos se cristalizaron y por primera vez en mese una sonrisa verdadera se formo en sus labios, este a pesar de que odiaba a esta persona agradecía que en verdad pudiera encontrarlo y sacarlo de ese infierno en el cual vivió

[1 año despues]

En frente de una empresa enorme con el cabello atado con una coleta, este se mordía el labio inferior, levemente nervioso, tenia una chaqueta que le quedaba a la talla con unos jeans que eran ajustados, una camisa negra que estaba abierta los primeros botones dejando ver un poco su pecho el cual era oculto por una franela blanca.

Hace un año que no veia a su esposo. No tenia la menor idea de que hacer. Solo suspiro para luego empezar a caminar adentrándose al lugar mirando a todos lados. Muchas cosas cambiaron desde su ultima visita a su oficina.

Al principio se termino perdiendo de una manera épica, confundiendo la derecha con la izquierda y arriba con abajo, pero al final llego a la oficina del nuevo jefe de la empresa. Este suspiro para luego tocar y escuchar el permiso para que pasara, este solo entro levemente algo asustado para luego ver a Rusia con una sonrisa y lagrimas pequeñas en sus ojos.

- He vuelto osito...

Venezuela se veia totalmente diferente, su cabello era mas corto, tenia una pequeña coleta recogiendo el poco cabello que tenia, se veia mas delgado y levemente mas musculoso, con el pecho mas voluptuoso y claro su tamaño no cambio realmente seguia siendo bajito.





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