LABIOS DE MIEL

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JungWon sonrió radiante y se acercó a SuNoo.

– Hola, Alfita – dijo coqueto

– Joven Yang, no diga eso – SuNoo estaba inquieto

– ¿Por qué? Es lo que eres, mi Alfa – JungWon dijo feliz – ¿O no lo sabes, profesor? – cuestionó, SuNoo iba a hablar, pero el Omega habló de nuevo – ¿O sí lo sabes, pero estás evitándolo?

– Claro que lo sé, y no estoy evitándolo. Es sólo que aún no acabo de asimilar que mi Omega destinado sea un niño – respondió SuNoo

– Yo no soy un niño – contradijo JungWon

– Bien, un adolescente – corrigió SuNoo

– ¿Adolescente? Ya soy mayor de edad – replicó el Omega

– Pero eres menor que yo y no sería prudente que tengamos algo y menos aquí en el instituto, porque si el director se enterara me despediría – el Alfa estaba preocupado

JungWon asintió con la cabeza – Sí, entiendo, pero ya encontraremos la manera de poder estar juntitos y darnos cariñito, porque somos destinados, no podemos estar alejaditos y no lo digo solamente por eso, también porque me gustas mucho, de verdad, eres hermoso. ¿Y yo a ti, te gusto? – miró a SuNoo con ilusión

– Sí, también me gustas, eres precioso, pero siento que no está bien, eres un jovencito, me siento como un pervertido – dejó escapar una risita amarga

– No digas eso, no es así de ningún modo, por algo la luna nos creó como pareja destinada – tomó una mano del Alfa – ¿Cuántos años tienes? – preguntó

– 28 – respondió el Alfa

– Sólo son 10 años de diferencia, estamos bien – sonrió, acariciando el dorso de la mano que tomó entre las suyas – A mí no me importa la diferencia de edad ¿Y a ti? – dijo

– Tampoco – SuNoo también sonrió y con su mano libre, acarició la mejillita del Omega

Se sentían complementados estando cerca.

– Bien, ya debe irse, Omeguita Yang – mencionó SuNoo, retirando su mano de la mejilla del chico

– Okay – JungWon soltó su mano, acercó su rostro al de su profesor y plasmó un beso fugaz en su mejilla, se apartó con una amplia sonrisa y caminó hacia la puerta – ¡Adiós, Alfita!

SuNoo se sonrojó y puso su mano sobre la mejilla que JungWon había besado – Adiós, Omeguita – susurró, viéndolo salir del salón

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Cuando JungWon ingresó a su casa al llegar de la escuela, escuchó la voz de su papi provenir de la cocina.

– No te preocupes, mi amor, tendré todo listo, estoy muy emocionado por volver a verlo, bien, adiós, te amo – SungHoon colgó – Oh, cariño – dijo cuando vio a JungWon entrar a la cocina

– Ya llegué, papi – besó su mejilla – ¿Qué te dijo mi papá que estás tan contento? – preguntó al notar la emoción de su papi

– Me avisó que vendrá un amigo al que no vemos desde hace años y está de regreso en el país, se comunicaron y tu papá lo invitó a cenar. Te caerá estupendamente, es un chico muy dulce. También vendrán MinHyun y MinSeo – dijo, sonriendo feliz

– Iré a hacer la tarea entonces – JungWon dijo

– Está bien, yo iré a comprar algunas cosas para preparar la cena – dijo SungHoon