Tres

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Gun está sangrando, de ambas manos y de los muslos

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Gun está sangrando, de ambas manos y de los muslos. No se mueve, no es grave, pero está abatido. Puede incluso sentir cómo su corazón se rompe en mil pedazos, doliendo mil veces más que los cristales enterrados en sus palmas.

—¡Gun! —Off corre hasta el castaño en el suelo. Los cristales se encajan en sus rodillas cuando toma a un Gun del suelo que llora sin freno, apretando fuertemente sus puños, causando más sangrado—. No, no hagas eso... —camina hasta su habitación, dónde deja a su hermano sobre la cama con cuidado—. Gun, Gun por favor mírame —Off lo llama, sosteniendo sus mejillas entre sus manos, desesperado, lleno de impotencia. Los ojos de Gun lloran en negro, corriendo su maquillaje que tan bonito se ve en su rostro, sus labios tiemblan, puede ver una marca de mordida reciente en ellos y el calor del odio en su interior crece sin medida. Gun no deja de llorar—. Gun, por favor... estoy aquí, estamos bien. —el castaño niega con la cabeza, entre pequeños hipidos.

—Mi pequeño Off... —Gun toma el rostro del menor entre sus manos, delineando con su pulgar los golpes que ya comienzan a tomar un color violáceo—. Todo esto es culpa mía ¿Verdad?

—No, no, no mi Estrella, esto no es tu culpa... —Off besa las suaves manos ajenas, con fervor, intentando convencer a su hermano mayor de que nada es su culpa—. Tú eres tan bueno, tan hermoso...

—Off... —lo llama en voz quebrada y con los ojos cerrados—. Dilo de nuevo, por favor... —Off entonces guarda silencio, detiene los besos y siente que el alma le abandona el cuerpo, porque habló sin pensar ni medir y sus sentimientos huyeron por la rendija, por la línea de su muralla. Habló por miedo, sincero y desde el fondo y él lo escuchó, tan claro como sus propias lágrimas que han comenzado a caer sin permiso. Hace amago de apartarse, pero la mirada suplicante de Gun es su ancla y no se mueve, con los labios abiertos y los ojos llenos de lágrimas—. Dime que soy tu Estrella. —Insiste en susurros Gun, mirando directamente a los ojos grandes y oscuros de su hermano—. Dilo Off, te lo suplico.

Off respira, después de segundos dónde olvidó hacerlo por completo y se siente como hielo entrando a sus pulmones por su garganta.

—Eres mi Estrella, mi Cielo, mi Sueño. —Off habla tan bajo que en ocasiones su voz se rompe—. Tan cercana, como si pudiera solo extender los dedos y tocarte, tan lejana que tengo que verte por las noches, en silencio, escuchando el compás de tu respiración calmada y tu brillo en el cielo... —Gun mantiene los ojos cerrados, siente las manos de Off sostener las suyas y como retira suavemente los cristales en ellas, dejando besos entre cada movimiento—. Tan hermoso —un beso— Tan perfecto —otro— Tan brillante...

Los besos en sus manos se detienen al salir la última astilla de cristal de ellas y es, como si mil espinas abandonaran también su corazón cuando sus ojos se encuentran.

—Bésame. —Exige el castaño entre susurros—. Bésame, Off.

No sabe si es un sueño, si de verdad está escuchando como le suplica a él, un inexperto adolescente de 17 años por un beso que no se merece, porque tocar a Gun debería ser sagrado y nadie más manchado que él debería alejarse de sus labios, que lo tocan con calma. Siente el suave respirar entre ambos pétalos rosados, siente la mano de Gun llenarle de su sangre la mejilla, siente como se desliza hasta su labio y lo acaricia. Observa su expresión, tan calmado cómo cuando duerme, sus pestañas con el rocío de sus lágrimas, observa las líneas negras difuminadas en sus mejillas.

Tan perfecto, tan roto, tan suyo...

Y lo besa, porque es más grande el amor que el miedo, porque Gun sabe a esperanza, porque es más cálido de lo que alguna vez imaginó y lo sostiene fuerte, como si fuese a desmoronarse como arena entre sus dedos como en todos sus sueños donde besaba a su hermanastro.

Gun lo abraza, sus muslos le rodean la cintura y un gemido de dolor escapa entre el beso por las heridas del mayor en sus piernas.

Es casi deshacerse de un fino velo de telaraña de diamante desvestir a Gun, sin romper el beso más de lo absolutamente necesario, sin que sus lenguas se hayan conocido todavía. Suave, lento, conociendo el sabor y calor del otro, Off observa con devoción el pecho desnudo de su hermanastro, es más bajo que él, a pesar de ser mayor, y está más delgado, más pálido y le parece precioso, porque la perfección de Gun radica en su hermosa fragilidad. Le acaricia las clavículas, las besa, respira el perfume de su piel y se embriaga, toca sus costillas como si una pluma pasara entre las teclas del piano más fino del mundo y las cuenta. Se graba perfectamente los lunares en su torso, los toca para verlos sin vista, recorre su pecho con las yemas, lo acaricia con los labios.

Gun suspira, le revuelve el cabello, se arquea hacia atrás y alza la cadera, permitiendo que su hermanastro le saque el pantalón de las piernas. Pronto está en ropa interior, con el pecho tamborileando de un corazón exaltado. Se siente a salvo y lo llama, con sus dedos entre la camiseta de Off, que tira de ella hacia arriba y pronto la tez ligeramente más bronceada del menor se muestra ante su vista. La recorre en silencio, sin prisa y baja hasta llegar al cinturón que termina arrojado en algún lugar de la habitación.

—Te amo, te amo tanto que duele... —Off está sobre él, con su camiseta entre sus dedos limpiando el delineador de sus mejillas.

—También te amo. —Gun responde ladeando el rostro hacia la izquierda, permitiendo que lo asee en libertad—. Pero a mí no me duele, Off —el menor lo mira con incertidumbre y detiene sus acciones. Gun lo toma por la nuca y lo besa, esta vez con ansias carnales—. A mí me llena.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Older Brother - H.A #36Donde viven las historias. Descúbrelo ahora