Cap 5 🔥(final)

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Messi

Joder ochoa estaba tan necesitado de mi, pero no quería que pensara qué solo lo quería para eso. Bueno ochoa realmente es una puta fascinante, hace que me exite demasiado.
Viendo como estaba ocha solo me abalance ante el para empezar a besarlo. Después de hacer más notoria su ereccion deje de besarlo. Fui por unas copas de vino. Y le servi una a Memo mientras no perdia detalle de lo que hacía. Estaba tan nervioso.

-Hey memito dejame esos nervioso no pasa nada, vos sabes que conmigo no tienes que actuar- dije mientras daba un sorbito a mi copa

-No Messi para nada.

-Entonces dejame esa pena cariño. ¿Qué tal te la estas pasando por acá?

-Obviamente bien Messi- dijo mientras hacia contacto visual conmigo.

Después de estar cruzando las miradas, Memo saco su celular, y se puso a verlo, hasta que este volvió a resbalar.

-La concha de tu madre!!!!!!! Te lo acabo de comprar y ya lo has tirado boludo.

Memo me volteo a ver como un niño regañado.

-Perdón Messi se me resbaló- dijo algo asustado.

-Si quieres que te vuelva a comprar otro porque lo jodiste ya sabes lo que tienes que hacer.

Me puse de pie para juntar el celular, me agache al mismo tiempo que Ochoa.
Arrodillados juntos, frente a frente, nos miramos a los ojos y algo corrió dentro mio al ver esos ojasos de Ochoa. Voltee rápidamente a ver a la ventana. Al volver la cabeza en su dirección quedamos aún mas cerca y nuestros labios se volvieron a juntar.

Nos fundimos en un beso y su lengua se abrió paso entre mis labios saboreándome. No dije ni hice nada, lo estaba queriendo, desde el primer momento qué vi a Ochoa quise tenerlo justamente así como lo tengo ahora.
Cogió mi mano como si no quisiera perderme nunca.

-Hazme tuyo, mañana se nos olvidara eso, mañana seremos rivales.- dijo Memito

-Shhhh. Si vos me dejas meterte un gol esto se puede repetir Memo, solo es cuestión de que tu quieras.

-Estas seguro Messi?

-Claro cariño, yo siempre cumplo, y como repetir esto contigo.- dije mientras pasaba mi mano por su cintura.

Después de eso arrastre a Ochoa hacia el mejor cuarto de la casa.

Sentado en la encimera de la cama, yo estaba de pie entre los muslos de Ochoa, lo besaba con hartas ganas, como si fuera la última vez que lo vería,  acariciaba su pecho y cintura, mientras el clavaba sus uñas en mi espalda

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Sentado en la encimera de la cama, yo estaba de pie entre los muslos de Ochoa, lo besaba con hartas ganas, como si fuera la última vez que lo vería, acariciaba su pecho y cintura, mientras el clavaba sus uñas en mi espalda. Mis manos recorrian su cuerpo por encina de su ropa.
Joder que estrés me daban las remeras de botones, era tan frustrantes, así que tire de una esos botones, sacándole la remera de un coñazo.

Sente a Ochoa, frente a mí, empece a lamber sus axilas a besarle los pezones, el pecho y el vientre mientras el me hiba sacando la remera.

Memo Ochoa

La metida que más me dolerá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora