────── 𝙏𝙀𝙀𝙉 𝙒𝙊𝙇𝙁 [season1]
❝en donde Scott lucha contra sus instintos más salvajes, para no marcar a su compañera de vida, su amargada mejor amiga, Marianela Molina❞
──────❝MAR, LO ÚNICO QUE SÉ, ES QUE SI TE TOCAN UN PELO, NO ME VA IMPORTAR...
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────── 𝘼𝘾𝙏𝙊 𝙐𝙉𝙊.
—Mar. Hey, Mar. Despierta.
Un suave masaje en el brazo me hace fruncir el ceño y abrir los ojos de a poco. Pero, ¿quién mierda se atreve a despertarme? Lo voy a matar. Levanto la cabeza, con la mirada hacia el frente. ¿Scott? Pero, ¿qué? Él está sentado a mi lado, mirándome con una de sus adorables sonrisas. Bueno, me retracto. A él nunca podría hacerle nada.
Me quito la sábana de encima, me acomodo y me siento. Mi habitación está a oscuras, pero la luz de la luna que entra por la ventana me ayuda a ver el rostro de mi mejor amigo. Scott tiene puesto su sudadera roja favorita. Se ve tan lindo como de costumbre. Él es una de las pocas personas a las que le tengo paciencia. Le devuelvo la sonrisa, mientras me quito las lagañas de los ojos.
─¿Qué haces aquí? ¿Qué hora es?
─Stiles te responderá esa pregunta y solo sé que es muy tarde.
Suspiro y dejo caer la cabeza hacia atrás.
─Stiles.
Scott se ríe.
─Lo sé. Casi me mata del susto cuando intentó meterse a mi habitación por la ventana. Estuve a punto de matarlo con un bate porque pensé que era un depredador. Ya sabes que esa película me dejó secuelas.
Frunzo el ceño.
─Pero, ¿cómo que intentó meterse? Pero si él tiene llaves de tu casa y hasta de mi apartamento.
En realidad, todos tenemos llaves de nuestras casas. Melissa y Noah, que son como mis segundos padres. Mine, mi hermana mayor. Stiles, Scott, Mica y yo. Todos somos una gran familia elegida. Nos amamos como si tuviéramos la misma sangre.
─Ya sabes cómo es ─me dice Scott, totalmente acostumbrado a las acciones de nuestro amigo─ hay cosas que hace que simplemente no tiene explicación.
Ruedo los ojos. Stiles Stilinski es un dolor en el culo. Lo amo. Es uno de mis mejores amigos, pero muchas veces me dan ganas de dormirlo. Por su culpa, Scott, Mica y yo siempre terminamos metidos en problemas. De repente, alguien abre la puerta de mi habitación, enciende las luces y entra como Pedro por su casa. La repentina luz me produce ceguera. Maldigo, mientras me cubro la cabeza con la sábana. Scott me mira con una sonrisa divertida y me aparta la sábana.
