Capitulo 14. |Suplica|

25 3 0
                                    


<<Narra Niall>> 


Desperté con una inmensa resaca después de haber dormido no sé cuántas horas, no tenía ni la más mínima idea de porque sentía mi cabeza a reventar si hacía ya más de tres meses que no probaba una gota de alcohol y menos lo haría en este estado. Las ranuras de mis ojos estaban prácticamente unidas en una sola línea que me impedía abrirlos por completo; mire al techo obscuro y desgastado para después dirigir la mirada y revisar mi torso detenidamente, las heridas habían sido remplazadas por cicatrices. Juraría que hace unas horas la sangre aún se sentía debajo de mi piel. Apreté ambas manos para poder tener un poco de equilibrio pero la fuerza desapareció en tan solo unos segundos, solté un suspiro de desesperación y azote mi cabeza directo en el suelo. 


– Anda Niall, valla que eres estúpido joder. – me grite tratando de alentarme. 


Mis piernas estaban heladas como un hielo y sin poder moverlas; logre levantar mi torso y antes de sentirlo mi nuca cayo directo a la parte trasera de mi cuello mientras que rodaba formando un gran circulo. Las ganas de vomitar llegaron directo a mi estómago formando unas ansias de meter mi dedo en mi garganta y sacar todos esos fluidos que me producían asco. 

El color amarillo de la bilis cayó justo encima de mi pantalón mientras que yo rodaba mis ojos en forma de decepción. Como con solo unos disparos casi muero y antes me hubiera pasado un camión encima y mi cuerpo no tendría ni un solo rasguño. Creo que el amor aparte de producirme asco, es mi gran debilidad. 


– Amor, que bueno que despertaste me tenías realmente preocupada. – escuche a ______ detrás de la puerta mientras que corría directo hacía mí. 


– Mi niña. – pase mi brazo por encima de sus hombros. 


– ¿Te encuentras mejor? – pregunto mirando parte de mi cuerpo. 


– ¿Qué sucedió? – pregunte tocándome la frente. El calor sobre mi cien hizo que mi cuerpo se estremeciera como en un ligero electrochoque.


– Hace una semana todo se puso muy mal, tenías fiebre y como siempre no sabía que rayos hacer. – suspiro avergonzada. – Estuviste alucinando, decías cosas raras; como...


Mi pulso comenzó a sentirse acelerado, pude haber dicho cualquier cosa, delirando y recordar a Kate o revelarle todo lo del rescate. Pude haber dicho todas las tonterías que hice como el idiota que soy. Se quedó en silencio, pero murmuro una oración que no alcance a escuchar. Tome mis dedos para tronarlos y quitar un poco mi desesperación mientras que arrugaba mi piel y apretaba la sobresaliente. 


– ¿Perdón? – añadí instintivo. Mis oídos esperaron solo unos segundos para recibir la respuesta, tenía mis manos sobre mi cabello y quería justamente arrancarlos y hacerla que hablara de una buena vez. 


– No, nada olvídalo. – trato de evadir el tema. – Ahora que ya te sientes bien, será mejor salir de este lugar. 


_______ tomo la esquina de mi cazadora para retirarla de mi espalda. 


Stockholm Syndrome (Niall Horan y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora