Final "Amarte es el antídoto"

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Dedicado a ti, Cariño, que soportaste con paciencia a que los personajes sanaran. Sé siempre amable con todos, no sabes cuántas guerras está librando el otro.

***

Louis caminó de vuelta a la habitación, se aseguró de que Ted comiera algo y después de que pasara un rato con Harry, lo llevó a su cama completamente dormido.

Harry aún permanecía en el sofá, su estómago se sentía pesado y su respiración volvía a agitarse, cuando Louis se acercó.

Sentía un agobio, como un criminal a punto de ser enjuiciado por sus faltas, quizá merecía un juez de hierro, en su lugar solo escuchó una voz templada y apacible.

—Harry...—Louis lo miró, ofreciéndole una sonrisa lejos del dolor, estaba listo para enfrentarlo, pero él se adelantó.

—Tenemos que hablar Louis, tal vez no quieras, pero tenemos que hacerlo.

Estaba precioso a los ojos de Louis, sí, todavía tenía ojeras marcadas y el cabello enredado, sus uñas estaban carcomidas pero estaba limpio y olía bien, aquello significaba un gran esfuerzo y Louis amó en silencio que Harry lo intentara.

—¿Quieres un té? —la suite también incluía una cocina completamente equipada, a petición del manager, para comodidad del cantante y su hijo —vamos a la cocina.

—Gracias —tomó una angustiante bocanada de aire, sus pulmones parecían no querer responder, pero se las arregló —Vi los videos, todos.

—Me alegro.

—Yo... no sabía Louis, te juro que no lo sabía —finalmente dejó de mirar la taza entre sus manos para mirarlo a él. Había llegado el día de las verdades y Harry quería verlo mientras exponía su pecho, listo a recibir su merecido a manos del amor de su vida —de haberlo sabido, yo hubiera corrido hacia ustedes, te habría acompañado en todo el proceso, yo habría armado la cuna y te habría ayudado a elegir los nombres —limpió su nariz porque el llanto se precipitaba en su rostro y eso estaba  bien —jamás les habría dejado, porque ustedes no lo merecían.

Louis lo sabía, conocía a su chico y sabía todo lo que él habría hecho si el destino lo hubiera permitido. Pero no había juicio contra Harry, tan solo las ansias de abrazarlo y curarle las heridas.

—Harry, lo sé y él también.

—He visto los videos una y otra vez, —sonrió, con el llanto siguiéndolo — perdí la cuenta y todavía me parece irreal. No tienes idea de cuántas veces he sonreído a la pantalla viendo los videos y...—llevó sus manos para cubrir sus ojos y restregarlos —es mi hijo ¡Jesús! ¡Es mi ADN el que corre por sus venas!

—Él es increíble Harry, —Louis confirmó también con una sonrisa —y es tuyo, absolutamente tuyo.

—Nuestro —corrigió con cierta vergüenza por el atrevimiento. Louis en cambio, sonrió ante ello, con la esperanza parpadeando.

Harry miraba hacia cualquier dirección, excepto a sus ojitos azules porque sentía que su cuerpo le traicionaría en cualquier momento, estaba tan enamorado de cada pequeño detalle de Louis, la forma en como el estaba mordiendo su labio, la manera en que jugaba con sus manos y acomodaba su cabello, señal de que estaba nervioso. Harry lo amaba todo, al punto de volverlo loco.

—Sí, lo es —los segundos se detuvieron en un bucle silencioso entre ambos y un muro imaginario entre ellos cayó cuando extendió su mano y rozó la mano de Harry para apretarlo y éste aceptó el gesto con una sonrisa —hay mucho de ti y de mí en él.

Louis comenzó a narrar la historia de Ted, las mencionó sin llorar, con una sonrisa, como muestra de que aquellas heridas abiertas ahora eran solo cicatrices.

"Amarte es el antídoto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora