Nocturne

🤥 Encuentro 🤥

Hace unos minutos

Maldita sea, todo esto es por culpa de la santurona de Marinette, si no fuera por ella estaría disfrutando de ir al parque o tomar un jugo con mis amigos y con Adrien a mi lado como debe ser, pero en lugar de eso terminaré en el salón haciendo un trabajo de la historia de París después de clases y con esa maestra vigilando.

Lo peor es que cuando esa maestra le dijo al director sobre la pintura que Adrien hizo estará en el salón de Mendeleiev para ayudarla con un trabajo de ciencia ya que no lo quieren junto a mi, lo habrán prohibido a él acercarse a mí, pero hay alguien que no le prohibieron eso, por lo que me reuní con Chloé antes de que saliera del salón.

—Oye Chloé, ya que no puedo salir a hacerle la vida imposible a Marinette, ¿crees que puedas hacer algo por mi?— pregunte en un susurro y ella asintió con una sonrisa.

—Aún si no lo pidieras ya estaba por hacerlo por no devolverme mi miraculous, y siempre lo haré hasta que me lo dé— susurro Chloé y yo le devolví la sonrisa por esa declaración.

Esa Dupain Cheng se arrepentirá de meterse conmigo.

🐞 Actualidad 🐞

Me encontraba en los Jardines del Trocadero con mi libreta de dibujo tratando de pensar en un nuevo vestido para alguna ocasión especial, desde que me volví la guardiana no he podido diseñar algo para mi o mis amigos, menos con el padre de Gabriel akumatizando a la mitad de París.

Pero aún con un París lleno de tranquilidad siento una gran inquietud al tener a Adrien y Lila teniendome un gran odio desde que revele mi identidad, uno por habérselo ocultado y dejarlo de lado cuando es Chat Noir y la otra por revelar que era una mentirosa con sólo ver las noticias de la señora Chamack.

Por más que Alya trate de hacerme olvidar todo eso me es imposible no pensar en los dos teniendome odio por revelar mi identidad, siempre me dice que no debo dejar que me afecte pero es muy difícil, sólo espero que con el tiempo entiendan que no todo será como quieren.

—¿De nuevo tratando de diseñar algo Dupain Cheng? Creí que renunciaste a eso desde que tu anciano maestro te dejó su puesto— dijo Chloé con arrogancia y me quita el cuaderno de diseño.

—¡Devuélvemelo Chloé! ¡No tienes derecho a...!— le reclamé pero le paso el cuaderno a Sabrina y luego Chloé me agarro con fuerza de los brazos.

—Te lo daré si me das de nuevo mi miraculous y admites que te equivocaste al dárselo a alguien más— declaró Chloé con una sonrisa de arrogancia.

—¡Por última vez! ¡Perdiste tu oportunidad cuando te ofreciste a ayudar al padre de Adrien! ¡No te lo daré!— grite tratando de soltarme de Chloé pero no lograba hacer mucho.

—Entonces no te devolveré tu cuaderno ya que no lo vas a necesitar más— dijo con arrogancia y volteo a ver a Sabrina—, quemalo.

Después de eso Sabrina con algo de temor encendió un encendedor y empezó a quemar mi cuaderno frente a mis ojos sin importarle mis gritos o mis lágrimas, pero para Chloé no le fue suficiente y de un movimiento me soltó empujandome por las escaleras y haciendo que cayera al suelo.

Las personas no se quedaron de brazos cruzados y empezaron a decirle sus verdades a Chloé sin importarles que sea hija del alcalde, ya que saben que soy Ladybug las personas no se quedan calladas ante lo que Chloé o su padre hagan. Pero como siempre no le dio importancia y se fue dejando que todos le digan lo que piensan.

—¿Estás bien?— me pregunto un chico de cabellos oscuros mientras me extendía su mano.

—Emm s... si, só... sólo...— traté de levantarme pero sentí un dolor en mi tobillo haciendo que cayera de nuevo al suelo.

—Esa mocosa le lastimó el tobillo a Ladybug, deberían castigarla por eso— dijo una de las personas que vio lo ocurrido.

—Su padre no debe seguir siendo el alcalde de nuestra ciudad por tener una hija así— dijo otra que por su voz supe que es una mujer.

—Si quieres te llevó al hospital para que te ayuden— me dijo el chico y estaba por negarme pero no me dio el tiempo al momento que me cargo en sus brazos y me llevó al hospital.

Todo fue una locura para mi pues luego de llevarme al hospital llamaron a mis padres y primero estaban preocupados y luego furiosos por lo que Chloé me hizo, cuando se calmaron le agradecieron al chico y salieron de mi habitación cuando les dijo que quería hablar conmigo.

—Perdona si no me presenté, mi nombre es Théodore Chevalier, vi lo que esa chica te hizo en los Jardines del Trocadero— me dijo y aparte un poco la mirada—, si tus padres levantan un reclamo en contra de ella puedo...

—No, ya tengo suficiente con Adrien y Lila como para tener un problema con Chloé, por eso no quiero que hagan algo con ella— dije volteando a ver a Théodore.

—De todas formas si no hacen nada esa chica seguirá haciendo de las suyas y molestara a más personas— dijo y yo pensé un poco las cosas.

Si no digo nada Chloé seguirá molestandome hasta que le dé la peineta de la abeja y aún si se la diera no cambiará nada, además sería una perdida de tiempo hacerlo pues su padre es el alcalde y siempre cede ante los berrinches de ella, por más que mis padres lo hagan.

—Igual tendré más problemas, y aún si mis padres lo hacen el alcalde hará de todo para que su hija quede impune, aún si yo...— dije pero me interrumpió.

—Entiendo, pero igual deben hacerlo para evitar que siga haciendo eso— me dijo y como ya no dije nada el continuó—. Me tome la libertad de comprarte un nuevo cuaderno.

—Gracias pero no puedo aceptar este obsequio si tu lo compraste— dije devolviendole el cuaderno pero se negó a tomarlo.

—Esto es para componer el cuaderno quemado, para que puedas usarla como quieras— me dijo Théodore con una sonrisa y yo asentí ante eso.

Después de eso mis padres me llevaron a casa ya que no puedo caminar mucho por el tobillo, al menos me darán unos días de descanso, así que podré descansar el tobillo y pensar un poco más en algún diseño nuevo. Me alegra que Théodore me llevará al hospital y me diera el cuaderno.

Pero me pregunto si ya estaba en París desde hace tiempo porque no lo había visto antes ni cuando era Ladybug, pero espero verlo de nuevo algún día pero con mejores condiciones. Cuando me senté en el pequeño diván Tikki salió de la casita que les hice a los kwamis.

—Estaba preocupada por ti Marinette, creí que no regresarías— dijo Tikki con un tono preocupado y yo le acaricie la cabeza con mi dedo.

—Lo siento Tikki pero me ocurrió un incidente en mi lugar de inspiración— dije y dirigí la mirada hacia mi tobillo vendado.

Tikki pensó que Lila o Adrien lo habrían hecho pero le dije que Chloé lo hizo por venganza por no darle el miraculous de la abeja, también le conté sobre el cuaderno y lo de Théodore con algo de calma, Tikki desea verlo por su propia cuenta pero no estoy segura de si podre verlo algún día.