🍁 El mejor día de mi vida... 🍁

153 15 2
                                    

3 semanas después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

3 semanas después...

______ Willow

En estos días mi cabeza no dejaba de pensar en Joe, ¿Siento amor por él o simplemente es una amistad? No quiero que él termine lastimado, me había venido a visitar unas 3 veces desde la última vez, Joseph venía seguido, se había vuelto muy especial para mí... Eran las 11:30 a.m. cuando escuché que llamaron a mi puerta.

- ¡Adelante!

- ¡Hola! - Dijo Joseph entrando por la puerta con sus manos en la espalda.

- Hola, Joseph, ¿Qué haces aquí? - Dije con una sonrisa.

- Bueno, quería venir a visitarte y te traje un pequeño regalo. - Dijo sacando sus brazos de su espalda dejándome ver un lindo ramo de tulipanes blancos con algunas rosas rojas.

- Joseph... Que lindo, pero no tenías porqué traerme algo... - Dije tomando el ramo entre mis manos.

- No, claro que sí, eres muy amable conmigo desde que te conocí, ésto es para
agradecerte. - Dijo con una sonrisa que me hacía derretir, carajo...

- Awwww, pues, gracias. - Dije y lo abracé, una reacción de mi cuerpo que me hizo ponerme nerviosa...

- No es nada, lo hago por ti... - Dijo abrazando mi cintura para después soltarnos.

- Si gustas sentarte...

Dije y él me sonrió para después yo caminar a un pequeño florero que tenía en mi habitación.

- ¿Y cómo a estado tu tratamiento? - Dijo jugando con sus manos sin quitarme la mirada de encima.

- Bien creo, Daisy dijo que ya iba por 2 meses fuera de peligro y me aclaro que si seguía así pronto podía salir a recorrer las calles y no solo estar encerrada aquí. - Dije con una pequeña sonrisa mientras terminaba de arreglar una rosa.

- ¿Entonces hay una posibilidad de que puedas salir del hospital?

- Tal vez... Necesitaría consultarlo con Daisy.

- Quisiera que fueras conmigo a un lago que encontré... - Dijo y lo miré sorprendida, sus ojos tenían un brillo especial...

- ¿Yo? - Dije y me senté quedando por un lado de él.

- Sí... ¿Tal vez podríamos convencer a Daisy para que te dé permiso de salir? - No contesté solo lo abracé.

La chica de la habitación 512 | Joseph QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora