21. Espías parte II: Bienvenido a casa, hijo.

22 2 0
                                    

—Necesito un boleto para ir a Malibú, por favor. Me urge, señorita. —Pedí dándole mi documentación.

—Señor, no puede meterse así a la fila, éstas personas están esperando.

La gente comenzó a quejarse y me disculpé por ello.

—¡Por favor! Es una urgencia. —Rogué con mi mejor intento de voz alarmada fingida.

—Permítame un momento. —Pidió la señorita.

Mientras tanto, seguí a Lawson con la mirada y lo vi poner únicamente el maletín negro en el portamaletas ¿Qué hay de las mochilas rosas?

La recepcionista tecleó un par de veces, me pidió mi identificación y mi pasaporte y me dio el boleto.

—Vuelo cincuenta doce con destino a Malibú California, entre por el andén dos

—Le agradezco.

Un policía se percató de que Lawson no había pasado sus mochilas y fue tras el. Lawson le susurró un par de cosas  y lo dejó ir.

“Estoy seguro que es un aliado de él ".

Estuve a punto de dejar mi mochila en el portamaletas eléctrico cuando de repente me percaté de algo;

"Traje conmigo el inmovilizador eléctrico que me dio Arthur" .

Me vi obligado a salir de la fila rápidamente y pasar al baño que se encuentra al lado del andén al que tengo que abordar. Entré a un cubículo y busqué un espacio para poder esconderlo y recuperarlo de inmediato después de pasar por el detector de metal.

Lo puse de inmediato en el contenedor de basura de toallitas de manos y salí de ahí.

Pase por el detector de metal, me revisaron y de inmediato regrese al baño por la otra entrada y para mi buena suerte pude recuperar el inmovilizador.

No aparté de Lawson hasta que abordó al avión, lo vi avanzar por el túnel de entrada al avión, caminé hasta la señorita que me pidió mi boleto para abordar. Se lo entregué mientras seguía observandolo caminar.

—Puede pasar —Me dijo.

Caminé hasta el túnel y esperé detrás de unos pasajeros, sabía que no era buena idea acercarme demasiado ya que Lawson podría observarme.

De repente, Lawson se volteó y me oculté sosteniendo el periódico en mi cara y por el pequeño orificio que le hice al periódico pude ver que observó minuciosamente a su alrededor, para verme menos sospechoso decidí agacharme un poco entre toda la multitud que estaba esperando entrar al avión.

La azafata le dijo algo y Lawson entró.

Esperé mi turno para abordar el avión y entré lo más disimulado posible. Le pase por un lado a Lawson, quien estaba acomodando una maleta en el compartimento inferior del avión y me incorporé a mi asiento. Para mi buena suerte, quedé cuatro asientos detrás de él.

Mi lugar estaba al lado de una señora de algunos sesenta años, bien vestida que llevaba consigo un perrito con un suetercito rosa y una gorra a juego.

La señora me dedicó una sonrisa y yo levanté mi mano para saludarla, rápidamente guardé mi mochila en el compartimento y tomé asiento

Ya un poco más tranquilo, me puse a pensar en porqué Lawson está volando a Malibú y qué le hizo desertar la operación en contra de mi padre.

Estoy tratando de encontrar respuestas antes de tiempo y tengo otro mal presentimiento de que no las obtendré hasta que este avión aterrice.

Me dispuse a observar a Lawson mientras escuchaba algo de música, él optó por rellenar una de esas revistas de crucigramas que siempre llevaba consigo.

SIN ELECCIÓN© ▶️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora