El Amor del Amante.

546 41 7
                                    

Amarte fue fácil.

Como salir al exterior cuando las gotas caen y se disuelven en la piel.

Sentir penas y agonías por sinsentidos importantes, tan fácil como respirar, respirar mientras la garganta se hincha y corroe por arsénico y cianuro.

Tan fácil, creo yo, que he de tocarte solo como afirmación, pues necesito tu piel en la mía y así, quizás, esta facilidad tan compleja sea real y no mentira.

Irreal, como tu sonrisa, irreal, como nuestra vida. Incertidumbre amanece en mi pecho cada soleado día nuevo, observando tus ojos revoloteantes cerrados, con tu garganta ronroneante dirigiendo cálido aire a tus pulmones.

Admito, reacia, este ponzoñoso sentimiento que aturde y comprime, me amenaza, fuerza incluso a sentir esta soledad interminable, intermitente, afligida y gélida que se esparce en cada parte de mi cuerpo roído, menudo.

Amarte me consumió.

Como el fuego sufrido que extingue el papel, lo convierte en cenizas, asimismo, también me identifico con el oxígeno, que consume el fuego, entonces me convierto en la vida, vida animal, quienes consumen oxígeno.

Una interminable cadena, diría yo, terminando de la misma manera.

Roto, resquebrajado, usado, útil, inexistente.

Una llama sin nombre o identidad que amó hasta arder, morir, perecer y jamás emerger nuevamente.

Placenteramente incendiaré bosques, papeles, casas. Derretiré veleros y piel, huesos, candelas. Navegaré a través del océano en fuego azul, zumbando con gasolina.

Única e individualmente si tú, al final, eres la falta de oxígeno, pues ¿de qué vale morir si no es por ti?

Amarte fue como vivir una aviesa ironía contradictoria.

Yo moriría por ti.
Yo mataría por ti.

Imaginar tu cuerpo frío y cadavérico provoca en mí irrazonable fiereza, gritos rabiosos cuyos gritos rimbombantes chillan enloquecedoras maneras de asesinar, desollar, desmembrar.

Venganza.

Porque después de haber torturado al desgraciado hasta asegurarme de una pudrición perenne, eterna, en el infierno, yo iré tras de ti.

Burlaré a la muerte tanto como la buscaré si es para volver a besar tus labios.

Amarte es una angustia.
Amarte duele.
Amarte lastima.
Amarte aviva.
Y entonces reluzco ante tu mirada,
amor mío.

Con tus aullidos ambas cantaremos a la luna.
Prometiste amarme más que a ella.
Yo prometo entregarme.
A ti, a tu salud, a tus deseos y caprichos.
Yo prometo morir.
Vivir.
Matar.
Desear.
Sentir.
Si es contigo.
Pues así es el Amor del Amante.
Peligroso, contradictorio, pero sobre todo...
Incondicional.

- Merlina Addams.

———
A
———

El Amor del Amante Y Del Amado • Wenclair.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora