〔 Capítulo 7 〕

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A Juan nunca le había importado nadie más allá de él mismo, y puede que en algún tiempo sus amigos, pero esos días habían pasado

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A Juan nunca le había importado nadie más allá de él mismo, y puede que en algún tiempo sus amigos, pero esos días habían pasado.

Ahora era un egoísta que vivía por y para él; se convenció de que no necesitaba a nadie para hacer lo que él quisiera, y si a alguien le molestaba se solucionaba con un plomazo.

Si, era alguien completamente egoísta e interesado, que no ayudaría a nadie si no recibía algo a cambio. Y sin embargo ahí estaba él, yendo nuevamente al Pollo Feliz, o lo que quedaba de él, con patatas que le había robado a su otro yo y una ofrenda de paz para el híbrido.

Realmente no estaba seguro de por qué se estaba tomando tantas molestias con él, se convencía a sí mismo que era porque le tenía lástima luego de ver lo que había pasado con el gato, pero realmente no se podía engañar del todo. Sabía que estaba haciendo, por primera vez en quién sabe cuánto tiempo, amable con alguien.

Dios es que hasta raro sonaba.

Él, siendo amable, con un tipo que no tendría problema alguno con matarlo; es que era hasta graciosa la situación, sobre todo la parte donde había dejado su careta de lado y estaba genuinamente apoyando al híbrido de oso.

Cuando llegó a su destino notó que no se encontraba solo, estaban ahí los empleados del empresario y una chica castaña que no había visto antes.

Vaya que era linda.

Bueno, podía ser amable con el pollero y sacarse una cita con la chica.

Vio cómo el pollero aún no se daba cuenta que estaba ahí, y cuando fue a hablar con un chico con máscara color naranja sobre sabrá Dios qué, el aprovechó para acercarse a la bonita castaña que se encontraba ayudando a rellenar nuevamente la montaña donde antes estaba el restaurante.

-Hey linda, no creo haberte visto antes.- Comenzó él, asustando a la chica un poco, pues realmente no lo había escuchado acercarse.

-¡Joder macho, que susto!- Se quejó, para luego mirar bien al chico frente a ella. Estaba consciente de toda la situación con el falso Juan, tanto de sus asaltos a locales como a lo que había hecho el día anterior por Spreen. Fue por eso que no le dio vuelta la cara de una bofetada cuando lo vio intentando ser coqueto con ella, pensó que tal vez había malinterpretado el tono del de lentes.- Hola, debes ser el famoso Juan Qubico.

-Veo que mi reputación me persigue.

-Algo así, aunque déjame decirte que no es el tipo de reputación que le gustaría a alguien tener.

-¿La de un chico malo?, si, podrías decir que soy algo parecido.

"Dios" fue todo lo que Mayichi pudo pensar al notar las evidentes intenciones del castaño. Solamente podía sonreír incómoda por el lamentable intento por coquetear con ella que el chico estaba haciendo; además aquello se sentía mal, pese a no ser el Juan del que su mejor amigo tenía sentimientos confusos, lo sentía como si le estuviera dando una puñalada.

〔Why'd It Have To Be Him?〕; SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora