Nunca había sido una persona a quien le gustara ser despertado cuando dormía tan tranquilamente, eso era obvio una vez que las personas veían que su actitud amable y juguetona desaparecía al momento en el que a alguien se le ocurría despertarlo de su sueño profundo.
Fue peor en esa ocasión porque no paraba de escuchar voces a su alrededor.-Cállense a la verga.- Murmuró con molestia, sintiendo de repente que su estómago y cabeza dolían.
Entonces el ruido paró, y sólo pudo escuchar una voz que no había escuchado en bastante tiempo.
-Juan falso, ¿cómo te sientes?
-¿Zorman?- Intentó ponerse de pie, pero fue detenido por quienes reconoció como Aroyitt y Noni.
-No, no; no puedes ponerte de pie aún. Los médicos dijeron que sigues delicado.- Exclamó la chica, empujándolo levemente para que volviera a recostarse en la cama.
-Señor Juan, haga caso a la señorita Aroyitt; es mejor que siga descansando.
-Pero no entiendo, ¿dónde estoy?
-En el hospital, ¿no recuerda que entramos a la oficina del señor oso y usted estaba en el piso?
Y fue entonces que todo volvió de repente a él de golpe. Había discutido con Spreen por el tema de que debía regresar a su hogar, cosa que obviamente no le había gustado para nada. Recordaba que se habían gritado, que los hijos del híbrido estaban asustados y de repente... Nada. Estaba borroso lo que había sucedido para él.
Se llevó una mano a la cabeza, frustrado por no poder recordar más de lo que había sucedido por el dolor de cabeza que tenía.
Noni le acercó un vaso de agua con cuidado, y Juan pudo notar que se encontraba nervioso.
-Eh, a lo mejor no es el mejor momento, pero los hijos del señor Spreen estaban asustados y querían ver si podían pasar con usted.
El mago debía admitir que le alegró un poco saber que el tiempo que había convivido con esos niños había sido el suficiente como para que ellos lo quisieran tanto, al grado de llegar a desobedecer a su padre para cuidarlo.
Y fue entonces que la culpa lo golpeó, no podía imaginarse lo terrible que debió ser para esos tres haberlo visto pelear con su padre y encima él había terminado en el hospital. Ah, no, él no le iba a dar traumas innecesarios a esos niños.
-Oigan, ¿los niños están aquí?
-Si, están afuera esperando.
-Diles que pasen, quiero hablar con ellos.
Noni acató la orden del hechicero, y casi al momento después de que salió Juan pudo ver a los tres niños traviesos correr hacia él, sintiendo que Ollie y Dynamo subían a su cama para poder abrazarlo, Elisa había permanecido de pie junto a su cama.
ESTÁS LEYENDO
〔Why'd It Have To Be Him?〕; Spruan
أدب الهواةLuego de todo el desastre que fue para Juan el enterarse que era hijo del Profeta, sus poderes lo llevaron a otra dimensión. ¿Cuál es el problema de esto? Que en su mundo dejó a otro Juan, uno que está ahí para sembrar el caos. 『 - Se shipean cubito...