NagiReo Stories [NagiReo - BLLK]

Ｓｔｏｒｉｅ ( 2 )

Gracias, por nada.

—No iré a Blue Lock, Nagi.

Fue en aquel momento, en aquella habitación, donde después de mucho tiempo, había quitado la vista de su propio juego para prestarle atención a alguien más.

—Estás bromeando y no me parece gracioso, Reo.

—Bueno fuera— este tiró su cabeza para atrás dejando que su cabellera morada se expandiera en el espaldar del sofá— Papá se enteró.

Oh, esto era grave.

—¿Y eso cuando te ha detenido?— preguntó acercándose al contrario y tomar asiento a su lado, ahora Reo tenía toda su atención como nunca antes.

Su mano se había acercado lo suficiente como para acariciar el brazo estático que Reo tenía en el sofá, ante el toque el contrario reaccionó cerrando los ojos y suspirando en el proceso.

—Detente— murmuró— Sabes que eso no funciona conmigo.

—¿No? — las caricias pararon pero en su lugar sintió una ligera presión en su muñeca— ¿Estás seguro?

—Nagi... — respondió como pudo— No conseguirás nada haciendo esto...

Un jalón se hizo presente quitando su cabeza del espaldar y haciéndolo abrir los ojos por aquel rápido movimiento, ahora estaban frente a frente, el peliblanco recostado en el sofá y el pelimorado tenía su rostro a solo unos cuantos centímetros.

—¿Y ahora?— refutó con su aún voz desinteresada.

Aunque ambos sabían que habían muchos deseos en esa voz y el desinterés no era parte de ellos.

Reo parpadeo un par de veces tratando de asimilar la situación hasta que de la nada soltó una corta risa, la expresión de Nagi lucía confundida, quería refutar cuando de pronto las manos del contrario se posaron en su pecho impidiendo que se levante.

Las piernas del ojivioleta habían rodeado las del ojigris, logrando así quedar sentado sobre las piernas de este, Reo tenía una sonrisa de lado y una de sus manos elevó el mentón de Nagi para mirarlo fijamente.

—Pff— contuvo una nueva risa— ¿Haz visto tu cara ahora?— su pulgar comenzó a dar caricias en el mentón— ¿Sorprendido?

—No sabía que eras vengativo— dijo con una ceja alzada y colocando las manos con disimulo en la cintura del chico sentado frente a él.

—Estamos en mi cuarto, genio— repuso en cuanto la acción reciente.

—Eso nunca nos detuvo antes— refutó Nagi.

—¿Cuántas veces debo decirte que lo que tratas de hacer no funcionará?

—Las veces que quieras, de todas formas será inútil— esta vez fue el peliblanco quien se acercó más al rostro del contrario— El fútbol es tu vida y siempre, pero siempre estarás a mi lado.

—Eres un dolor en el trasero— regañó mirando como las manos ajenas parecían arreglar su cabello tras sus orejas.

—Ambos lo somos entonces— y sin esperar más, Seishiro presionó la nuca de Reo y unió sus labios en un beso deseoso, una acción que parecía haber tomado por sorpresa al ojivioleta pues la intensidad de Nagi era a veces difícil de seguir.

Sus manos pasaron de la cintura de Mikage a su espalda, presionaba y acariciaba en círculos, iba subiendo con suma lentitud hasta llegar a los bordes de la chaqueta de este, coló sus manos por el frente de esta y la fue abriendo para deslizarla por los brazos del pelimorado, quien no puso resistencia alguna, quedando así con solo una playera.

—¿En serio será en el sofá?— oyó preguntar cuando finalmente se separaron.

Su pregunta fue respondida cuando en un rápido movimiento las manos del ojigris fueron a parar a su trasero, Nagi era más alto que Reo, por lo tanto este no tuvo problemas cuando se levantó con impulso del sofá y sin soltar al contrario, este ya se encontraba con los brazos rodeando su cuello y una sonrisa.

—Me veo en la necesidad de agradecerte— dijo durante el camino.

—Solo ven a Blue Lock conmigo, tal y como lo prometimos— respondió llegando al pie de la cama ajena— Con eso estaré satisfecho— con total delicadeza posó el cuerpo contrario sobre el suave colchón.

Los cabellos de Mikage nuevamente se habían esparcido en la blanca superficie, sus piernas aún lo rodeaban y tenía los labios entreabiertos. Era perfecto.

—Si lo hago, ¿no me dejarás?— dijo con cierta duda.

—No, dudo encontrar buena química con alguien que no seas tú— el ojigris fue quitando su chaqueta por si mismo hasta dejarla en algún lugar del piso.

—Idiota— se quejó mientras recibía al peliblanco entre sus brazos.

Su tesoro, su felicidad absoluta.

Hasta ahora....

Sus iris violetas se abrieron de golpe ante tal sueño, pero en lugar de sonreír por aquel recuerdo que antes consideraba hermoso, ahora se sentía consternado, ridículo, tonto.

Todo había sido en vano.

"Eres un dolor en el trasero, Reo"

Aquella fue la primera vez en que vio Nagi usar tal seriedad para decir aquella frase que con anterioridad habían tomado como una simple broma, la peor parte de eso, era que el hecho de que aquello haya sido para él, aún creía en que había alguna manera de recuperar el tesoro que ahora había perdido.

Si bien no sabía como había empezado su relación con Seishiro, tampoco sabía como está había terminado.

Un día lo tenía sobre su espalda, acariciando su cabeza y celebrando cada partido ganado juntos y con su equipo, y al siguiente lo tenía ya como rival, en el equipo de un chico que apenas conocían y no parecía ser rival para ninguno de ellos.

"Quiero jugar con él"

—Gracias por lo que me toca— murmuró en aquella oscuridad.

"Dudo encontrar buena química con alguien que no seas tú"

—Idiota.

No creían que todo iba a ser color de rosa. ¿O si?
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