Capítulo 11

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A partir de aquí, también podremos leer los pensamientos del sociópata, digo, de Akashi.

Canción que canta Kuroko:

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Desde aquel día en que Kuroko decidió hacerse cargo de sus decisiones y explicó a los chicos la situación, ha pasado ya casi una semana.

Akashi organizó una reunión con la generación milagrosa y sus respectivos equipos actuales, tal y como habían planeado con el peliceleste.

Ese era el día. Hoy, Akashi Seijuro se le declararía a Furihata Kōki.
Mientras tanto, con solo Riko cómo conocedora de los verdaderos sentimientos del castaño, decidió guardar silencio al ver que el chico no decía nada al respecto, ni cuando Kuroko reveló la identidad del admirador secreto, ni en los días posteriores.

Por parte de Furihata, pues él decidió acabar con eso de una sola vez. No le daría muchas vueltas tratando de buscar a su admirador para decirle que no quería nada con él, sino que esperaría, y cuando el pelirrojo se le confesara, lo rechazaría. Estaba decidido, sería firme por una vez en su vida.

La sombra era un conflicto aparte. Ya tenía más confianza en sí mismo. Seguiría al lado de Seijuro, apoyándolo siempre, pero también necesitaba sus ratos para desahogarse, por ello, tomó la importante decisión de no asistir a la reunión. Se quedaría en casa, dejando ir todas sus penas como nunca lo había hecho con el sentimiento hacia chicos anteriores.

Él ni siquiera puso una excusa, no le había dicho a nadie, ni a Momoi. Simplemente no asistiría y ya, así nadie trataría de convencerlo de ir, y también se ahorraba la molestia de maquinar toda una historia para solo un par de horas.

La reunión sería en la casa del emperador, en el patio, más precisamente. Era muy espacioso, por lo que no habría problema alguno.

Después de que ya estuviera todo listo, pasaron unos cuantos minutos para que comenzaran a llegar los invitados, como si fueran gotas de agua, uno tras de otro.

-Bienvenidos-saludaba Akashi a medida que ingresaban a su residencia.

Por el lado de Seirin-que acababa de llegar y acomodarse en una parte de la gran mesa del lugar-, se encontraban conversando sobre teorías de lo curiosa que era está reunión tan repentina.

No sé tragaban el cuento de que era solo para despedir otro año escolar.

-Estoy segura de que todo esto tiene gato encerrado-afirmó Riko.

-No veo porque Akashi tendría un gato encerrado, además, hay comida-dijo Kagami mientras devoraba las papas fritas que habían en uno de los centros de mesa-nadie que ofrezca comida es sospechoso de algo así.

-Bakagami, me refiero a que es extraño. Él no me parece de esos sujetos que hacen reuniones por un simple fin de año escolar.

-Quien sabe, es millonario, después de todo. Oí que a los ricos les gusta hacer cosas raras-comentó Koganei.

Riko suspiró hastiada-Está bien, seré aún más clara. Creo que esta reunión es para que ese de allá-señaló a Akashi-se le declare a este de acá-señalando a Kōki.

-¿Tu crees?-cuestionó Hyuuga.

-¡Por supuesto!-asintió la chica.

-Mitobe dice que lo llamen cuando se confiese para poder ver su cara cuando Furihata lo rechace-tradució Koganei.

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