OVIPOSITION [JINSU]

Final

1000 años después

YoonGi estiró el cuello para mirar por la pequeña ventana de la cápsula en la que estaba acostado. Sus pequeños ojos azules observaron el movimiento de los extraterrestres afuera que estaban monitoreando cuidadosamente su progreso y luego relajó su cabeza hacia atrás con un bostezo.

Se estiró y chasqueó los labios con satisfacción. La cápsula estaba tibia. Pequeños rayos de luz resplandeciente bailaron hacia adelante y hacia
atrás sobre su piel desnuda. Se sintió como el más increíble de los masajes. Era como docenas de manos diminutas frotando sus músculos, el calor penetrando profundamente dentro de
la fascia, dispersando todos y cada uno de los dolores y molestias. Se imaginó que estaba acostado en una playa en el Caribe mientras holgazaneaba somnoliento dentro de la cámara de rejuvenecimiento. Asi lo llamó, aunque tenía un nombre mucho más tecnológico que el que prefería Seokjin

Con un zunmbido y un clic, el ciclo terminó y se soltó el pestillo del exterior. YoonGi estaba casi decepcionado.

Se sentó aturdido y uno de sus descendientes lo ayudó galantemente con la mano a salir de la cámara. Otro niño le tendió una bata de seda y lo ayudóa vestirse, apartando la mirada con
respeto. Era su túnica favorita, tejida y bordada meticulosamente por los gusanos de seda de la Galaxia Wieve.

Una vez que la tela estuvo anudada alrededor de su cintura esbelta, YoonGi se inclinó de puntillas y besó las mejillas de su hijo, -Gracias Shin, gracias Yoh.

-¿Te sientes mejor madre? -preguntaron
respetuosamente.

El sonrió con alivio, -Por supuesto. Me siento fantástico. iComo nuevo!

Estaba muy lejos de cómo se había sentido cuando Seokjin lo había colocado en la cámara para ser reconstruido. Todo su cuerpo le habia dolido abismalmente desde el nacimiento más reciente y todo su coño y útero habían sido prolapsados entre sus piernas, al igual que su intestino delgado. Seokjin tuvo que sujetarlos dentro con sus tentáculos para incluso llevarlo a la cámara.

Pero ahora no. La cámara de rejuvenecimiento era una máquina increíble, inspirada en la propia biología del extraterrestre y era capaz de cambiar la materia a nivel molecular. Todavía estaba programado con el conjunto original de instrucciones que Seokjin le había dado cuando colocó por primera  a YoonGi dentro de él para crear su utero. Cada vez que metian a YoonGi  dentro, lo volvia a armar exactamente como había estado el día que conoció a su pareja.

Habían pasado más de mil años y YoonGi
permanecía como antes, apenas un dia más de veinticinco años. Sus dientes blancos brillaban y sus ojos azules brillaban mientras sonreía. Sus abdominales eran planos y tonificados, todas las estrías habían desaparecido. Sus caderas eran redondeadas pero delgadas, sus piernas largas y tonificadas y lo más importante, sus agujeros estaban apretados como los de una virgen.

No permanecerían así por mucho tiempo.

YoonGi y Seokjin se complacieron mutuamente en destrozar esos agujeros virginales cada vez que los apretaban. Seokjin tenía un problema de tamaño que YoonGi compartía. Ambos disfrutaron presionando el pequeño cuerpo del humano al límite, viendo cuánta carne podían comer sus codiciosos agujeros. El récord de YoonGi fue de catorce tentáculos en su coño y ocho en su trasero.