Hércules [Luberto Au]

Capítulo 5

El moreno observaba todo a su alrededor, era increíble como dentro de aquel árbol había grandes cosas y espacio.

¡Cuidado! Es parte del mástil delargos —La chica grito al ver como el mayor se pegaba con el enorme tronco que colgaba.

¿Delargos? —Alberto miro asombrado todo mientras se sobaba la cabeza y sintiendo emocionado.

¡Argh! ¿Quién crees que le enseñó a navegar a Jason? ¿Cleopatra? —Giulia volteo alzando sus brazos y con sarcasmo en su voz ante la desinformación del chico.

Yo entrene a todos estos famosos héroes—Señaló a todas las figuras, jarrones y esculturas que había en el lugar.

Odiseo, Perseo, Teseo... Y otros seos—Señaló cada jarrón con la imagen de los héroes dibujados, lo miro rodando los ojos algo aburrida.

Todos y cada uno de esos vagos me fallaron, ¡Me dejaron en la calle! Y ninguno, pudo llegar a la meta— Jalo el plato haciéndolo girar con su dedo y después dejarlo caer, el plato se mecio por unos segundos y después se quedó quieto.

Entonces apareció Aquiles, ese sí que lo tenía todo—Alberto abrió los ojos y levantó la vista ante la figura delante suya, la ninfa lo señaló orgullosa y la luz que entraba le daba más visibilidad.

La fuerza, la habilidad, podía boxear y recibir un golpe y seguir peleando—El moreno se acerco emocionado imaginando lo que podría logar, la pelirroja sonreía emocionada narrando todo, se golpeó falsamente mientras fingió pelear.

Aunque algo frustada se llevó las manos a la cabeza y señaló el talon de la figura — ¡PERO ESE MALDITO TALÓN!

Con el rasguño de una mosca se acabó—Se acerco a la figura de porcelana y con sus dedos golpeó el talon haciendo que toda la escultura se cuarteara y segundos después se desmoronara dejando solo polvo- Es historia...

Suspiro triste ante la mirada del chico y se acerco a un trozo de pilar rotó.

Si, si tuve un sueño, soñé con entrenar al héroe más grande que haya existido—Jalo una enorme tela enrollada mirándola con melancolía mientras hablaba.

Tan grande, que los dioses harían una constelación en su nombre —Lanzó la tela en el tronco delante suya mostrando una figura de un héroe hecha con puntitos y la luz detrás pasaba aquellos agujeros mostrando su imagen.

A todo lo ancho del cielo y el pueblo diría, ¿Quién lo entró? Fue Giulia —La ninfa sonrió orgullosa imaginando lo que tanto anhelaba y haciendo ademanes con sus manos.

Pero ya me harte de los novatos—Jalo con enojo la tela mostrando al moreno parado justo detrás haciendo la mima pose y sonriendo, la diferencia era enorme, el chico era delgado y sin músculos, mientras que la figura era musculosa y más alto —No puedo soportar tantas decepciones.

Pero... Pero yo soy diferente a todos los demás Lia, puedo lograr grandes cosas —La chica se recargo en un jarrón con mirada triste mientras el mayor la seguía y la intentaba convencer de que lo entrenara, se acero a ella y le tocó el brazo llamando su atención.

Jalo a la chica del brazo golpeandola con el tronco, una vez afuera el pegaso los vio confundido — Vamos te lo mostraré.

¿Que nunca te das por vencido? —La soltó delante del enorme escudo cerca de la orilla, la ninfa se levantó algo indignada.

Mira esto—Le señaló con las manos que se quedará quieta y levantó la enorme estructura girando un poco con ella y la soltó, la figura salió volando lo más lejos posible ante la mirada incrédula de la ninfa.

Por todos los dioses —Contesto en shock admirando lo que acaba de observar.

Bueno tal vez si... No, no, no, no, despierta ya—Dudo un poco ante la situación para después negar y darse una cachetada reaccionando, levanto los brazos mientras regresaba a su casa- Estoy demasiado vieja para hacerlo otra vez.