Íbamos en dirección contraria, era obvio desde el primer momento. Sin embargo, tanto tú como yo nos empañamos en nadar contra la corriente, en querer interpretar la misma partitura aunque estuviese en distintas tonalidades. Todo fue bien hasta que tú te rendiste, hasta que te cansaste de ir a destiempo. Y yo me quedé ahí, volviéndome adicta a unos ojos que no miraban, intentado salvar un barco que se hundía cada vez más porque yo era la única que remaba, tú te fuiste y lo peor era que yo te seguía esperando.
Dijiste que no era nuestro momento, y que tal vez más adelante la vida nos volvería a juntar. Como es que no te diste cuenta antes de que la vida ya nos había unido. Entre miles de universos, millones de planetas, cientos de países, decenas de épocas, la vida nos había puesto en la misma línea temporal, solo que tú caminabas hacia la derecha y yo hacía la izquierda, para mí fue fácil cambiar de dirección y seguirte, tú sin embargo te marchaste llevándote mi brújula, me dejaste desorientada, y me perdí, di vueltas, porque me empeñé tanto en seguir tu camino que me olvidé de trazar el mío. Estaba tan empeñada en encontrarte que me perdí a mi misma, perdí mi esencia y todo por querer continuar escribiendo una historia que iba a destiempo.
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Efímero
PoesiaHay tantas cosas que nos cuesta decir, expresar, demostrar... A veces estamos tan jodidamente rotos que no somos capaces de proyectar lo bonito que sentimos o lo bonito que queremos; por ello escribirlo siempre será una opción.
