Los Secretos de un Vampiro

Los celos de Anna

Una semana había pasado desde que encontraron a Rudolph y regresaron con el a Alemania, el joven vampiro estaba muy emocionado, ya que una de sus tías por fin contraeria matrimonio con el vampiro que amaba, aunque esté no era europeo y cuando se conocieron le tomó todo un año poder aprender el idioma del vampiro para entenderle, al principio solamente eran amigos, pero con el pasó de los años se fueron enamorando y después de un siglo ya eran una pareja formal.

Rudolph era el que estaba más emocionado y feliz por la noticia, ya que cuando cumplió 215 años, su tía y el se quedaron a vivir en el continente del vampiro, específicamente en latinoamerica en el país de México, que era el país dónde la pareja de su tía había nacido; la fiesta después de la boda se celebraría durante la noche en el patio del castillo, y todas las feminas vampiro e incluso la madre de Tony, ayudarían a la futura esposa con su vestido y maquillaje así como también ayudarían con los preparativos de la boda. Los hermanos de Rudolph estaban ayudando con las últimas decoraciones para la fiesta, ya que en horas se celebraría la boda y la recepción, Anna iba flotando junto a su hermano Gregory, cuando los dos hermanos escucharon varias risas provenientes del patio del castillo.

Los dos hermanos se acercaron un poco para ver quiénes eran los causantes de las risas y ambos hermanos pudieron ver como Rudolph y Tony se divertían jugando con las decoraciones para la recepción, Gregory les hizo saber a ambos jóvenes que no estaban solos y los dos chicos se avergonzaron cuando el mayor los regaño a los dos por estar jugando y no ayudando, como ambos habían prometido; Anna por otro lado estaba molesta por la cercanía que Tony tenía con su hermano, desde que el vampiro regresó con ellos, Tony prácticamente no se alejaba de él y cada vez que ella intentaba acercarse al mortal y usar su magia en el para enamorarlo, esté huía de ella y se acercaba rápidamente a Rudolph para que así esté lo protegiera de la magia de Anna.

Después de unas cuantas horas, la boda se realizó y era hora de la fiesta después de la boda, Tony y sus padres estaban en el centro del patio junto a la feliz pareja y los padres de Rudolph, sus hermanos estaban junto a sus primos y primas, mientras que Rudolph se preparaba para la sorpresa que iba a darle a su tía, la banda de vampiros mexicanos y amigos del esposo, le entregaron el micrófono al joven vampiro y esté se dirigió al público y a los recién casados, para luego decir unas palabras:

Rudolph:Buenas noches a todos, especialmente a la feliz pareja, en está hermosa noche de luna llena me gustaría pedirles a los recién casados que se pongan en el centro del patio para poder bailar la canción que el esposo me pidió que cantará como regalo de bodas para su bella esposa.

Rudolph se acomodó su vestimenta y le pidió a los mariachis que comenzarán a tocar y así la canción comenzó a sonar y el joven vampiro comenzó a cantar al ritmo de la música.

Mientras los recién casados bailaban al ritmo de la canción, Rudolph cantaba y bailaba y el resto de los invitados aprovecharon de unirse y bailar como lo hacía la pareja, los padres de Tony y los padres del vampiro también se unieron a bailar como el resto de los invitados, y justo cuando Anna estaba por acercarse al rubio para invitarlo a bailar, la chica es agarrada de las muñecas por varias de sus primas quienes se la llevaron con ellas, mientras que el rubio se acercaba hacia dónde estaba su amado amigo para poder verlo más de cerca mientras cantaba y bailaba.

Rudolph llegó a guiñarle el ojo a Tony con una mirada pícara que hizo sonrojar al rubio y que esté mirará hacia otro lado avergonzado y molesto por el coqueteo del vampiro, cuando Rudolph terminó de cantar se acercó rápidamente hacia su rubio amigo y lo invito a bailar, Tony le respondió que le encantaría pero que no sabía bailar, por suerte para el rubio, su amado amigo sabía a la perfección y estaba dispuesto a enseñarle en un lugar privado lejos de la vista de los demás para que así el rubio no se sintiera avergonzado porque su amigo le enseñaría a bailar. Los dos jóvenes salieron a escondidas del patio y entraron en el salón del castillo el cual por suerte estaba vacío y sin ningún familiar del joven vampiro cerca de ellos, Rudolph acercó a Tony hacia el y le mostró como debía moverse y los pasos que tenía que hacer, al chico le costó al principio imitar los movimientos del vampiro, pero entre más avanzaba el tiempo más empeñó le ponía y mejores resultados tenía.