Illicit Affairs | Anthony Bridgerton |

Different girl

La casa era un desorden total, todas las Bridgerton estaban corriendo de un lado a otro con las sirvientas detrás de ellas tratando de ayudar a Eloise que no dejaba entrar a nadie en su habitación, Anthony tenía la esperanza de que Benedict llegara junto con Taylor, pues al parecer era la única que lograba hacer entrar en razón a Eloise.

La puerta principal se abrió y entró Benedict silbando una canción que no conocía, los nervios de Anthony se relajaron cuando vio a su hermano detenerse para esperar a Taylor que se había quedado acomodando su vestido; una vez que ella estuvo a su lado, la tomó por la cintura y caminaron hasta la puerta de la habitación de Eloise ambos saludaron a la familia.

—¿Y dónde está la encantadora Eloise? — preguntó Benedict.

Antes de que alguien pudiera responder, Eloise abrió la puerta.

—¡Taylor! — dijo llamando la atención de todos. — ¡Taylor, ven por favor!

La rubia se disculpó con la familia y entró en la habitación de Eloise, que cerró la puerta detrás de ella, entonces Anthony se relajó, Benedict lo notó al instante provocándole una risa, Anthony lo miró con el ceño fruncido, pero su hermano sólo se alejó para servirse un whiskey y ofrecerle uno a él, Anthony lo aceptó y lo bebió de un trago.

—Tranquilo. — dijo Benedict. — No quieres llegar ebrio con la reina.

—Estoy estresado. — respondió mientras se volvía a llenar el brazo.

—¿Cuándo no?

Anthony miró a su hermano que le sonreía como si hubiera hecho alguna travesura, algo que había aprendido de Taylor, pero Anthony no tenía tiempo para molestarse por eso, no cuando tenía tantas ocupaciones esa temporada, pues había entrado en razón después de la boda de su hermano, él tendría que ocupar el lugar de vizconde de lleno, no podía seguir llevando la vida que de soltero que tanto había disfrutado, era momento de seguir el ejemplo de su cuñada y tomar por completo su rol en la familia y conseguir una esposa.

—No sólo tendré que buscar un pretendiente digno de Eloise, sino también una esposa para mí.

Benedict miró a su hermano con sorpresa, las palabras de Anthony lo habían tomado desprevenido y él lo había notado, pues casi tira el vaso sobre la alfombra.

—¿Vas a casarte?

—Resulta un poco deprimente saber que dos de mis hermanos menores están casados y yo aún no.

—No me digas que estás enamorado. — dijo ingenuo.

—No, el amor no tiene cabida en esta situación.

Benedict lo miró confundido, Anthony era consciente de que sus dos hermanos amaban con locura a sus parejas, había tenido que soportar las cartas de Benedict donde sólo hablaba de la maravilla que era Taylor y escuchar a Simon decirle que él moriría por Daphne, le parecía algo hermoso, pero lejano; él no podía enamorarse de su futura esposa, no cuando sabía que moriría joven, pues no se imaginaba superando a su padre en nada, ni siquiera en edad, así que si iba a morir antes de los 35, tenía que conseguir una buena esposa que le diera un heredero para que el linaje no terminara con él, esa era la mayor preocupación que tenía en ese momento, por supuesto que Benedict no lo entendía, él siempre había sido un romántico y por eso lo miraba con el ceño fruncido.

—¿Podrías explicarte?

—Desposaré a una señorita respetable, tolerable, que tenga buenas caderas para tener hijos y un poco de cerebro, pero eso último es más una preferencia que un requisito.

Benedict alzó las cejas mientras terminaba su trajo para después palmear el hombro de su hermano.

—Suerte con eso.