Capitulo dos

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Si alguien le hubiera dicho que los partos conllevaban tanto tiempo y dolor, Lhaera nunca habría dejado a su madre embarazarse otra vez. No la malinterpreten, ella ama a sus hermanos, pero no le gusta ver a la mujer que le dio sufrir...

Sus manos tiemblan a sus costados mientras intenta controlar su respiración caminando por el espacio fuera de la habitación. Esperar nunca había sido su fuerte, y el pensar que su madre podía estar teniendo alguna complicación en medio de la labor de parto definitivamente no ayudaba.

Sus dedos son estrujados entre ellos y sus pies movidos inconscientemente.

Los ruidos dentro de la habitación no salían de lo normal, pero desde que tenía memoria, la princesa experimentaba esa angustia que se apoyaba en su pecho cada vez que veía a las curanderas entrar y salir del cuarto de su madre trayendo noticias o llevando mensajes. Era algo que no soportaba, el no saber lo que estaba sucediendo allí adentro, el que no permitieran ver a su madre. Y a pesar de tan solo ser una adolescente, ella odiaba los embarazos y había jurado nunca quedar en cinta, sabía que no podría soportarlo...

Sabía también, qué cómo heredera al trono de hierro, ella necesitaría descendencia, por lo que, claramente, no podría cumplir su promesa por mucho tiempo.

En cuanto las curanderas abrieron las puertas, la primera en ingresar fue ella sin dar atención a lo que su padre pudiera decirle. La habitación se encontraba como cada vez que había un parto, ósea un poco desordenada.

La princesa no dudó en correr hacia su madre en cuanto la vio, recostada en la cama mientras sostenía a su pequeño hermano, uno que mantenía las mismas características que ella. A pesar de eso, había notado que era un niño grande, uno fuerte. Se acercó sin remordimientos y sin siquiera preguntar, lo tomó en brazos, sabía que su progenitora estaba exhausta; las noches anteriores al parto habían sido duras, la princesa no podía dormir gracias a los movimientos del bebé dentro de ella, se mantenía de mal humor la mayoría del tiempo y nadie podía estar cerca de ella sin recibir una mala mirada; por eso, todos los integrantes de la familia, incluidos los niños, se mantuvieron alejados.

Y por si aún no lo han entendido, cuando se habla de familia, esos son Lhaera, Luke, Jace, el pequeño retoño, Ser Leanor, Rhaenyra, el amante de ser Leanor y el amante de la Princesa Rhaenyra. Y ante esto, Lhaera solo prefería llamarle "una familia ampliada..."

---Así que tú eras el que mantenía a madre molesta estos días, pequeño niño--- Declara la princesa suavemente mientras se mese sobres sus pies bajo la atenta mirada de sus padres ---Creo que este también se parece a mí--- Suelta de forma juguetona luego de observar al pequeño soltar un tierno estornudo, haciendo así a los mayores reír.

El amor en la mirada de la mayor era palpable, pues claro, amaba a esa niña, su primera hija, su primer logro.

---Claro que se parece a ti. Solo míralo, tardó demasiado en llegar. Es terco, como tú---Ser Leanor habla por primera vez luego de acercarse a un costado de la menor para poder observar la cara del niño y tocarlo cuidadosamente con el dorso de su dedo índice.

---Pues entonces será un ganador--- Su respiración es tranquila y el aroma a bebé entra por sus fosas nasales haciendo que quiera quedarse con el niño en brazos para toda la vida ---Cambiando de tema, ¿Dónde están los chicos, madre?

Había notado la ausencia de sus hermanos mucho antes, pero no se había preguntado por qué no se encontraban esperando a su hermano menor...

---Fueron a buscar un huevo para la cuna del bebé. Luke quería elegir uno está vez y Ser Harwin los llevó. Ya deben estar volviendo.

El ceño fruncido se hace presente en el dulce rostro de la princesa, lo cual sirve como una advertencia silenciosa de que eso no le había gustado para nada.

---¡¡Eso no es justo!!--- Suela en un tono consideradamente alto logrando asustar un poco a su hermano que duerme plácidamente en sus brazos ---Lo siento bebé--- Se disculpa con él, esta vez en susurros logrando sacara una tierna sonrisa del rostro de su madre para luego volver al tema inicial ---Yo también quería ir...

La princesa solo suelta un suspiro e intenta levantarse de la cama con un poco de ayuda de Leanor que rápidamente se posiciona a su lado ---Ya tendrás más oportunidades--- Intenta decir con dificultad mientras vuelve a sentarse, pero esta vez en una silla ---Además, tú ya has ayudado a elegir los huevos de tus hermanos...

Ante su respuesta Lhaera suelta un resoplido ---Pues entonces yo seré la que te enseñe a volar tu gran dragón--- Vuelve a susurrar hacia el niño siendo interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose.

Por ella ingresan sus hermanos tal como ella lo había hecho hace poco tiempo, las risas invaden el lugar y puede sentir como dos pequeños pares de manos se cuelgan en sus brazos para poder ver al nuevo retoño casi haciéndole perder el equilibrio para luego ser regañados levemente por su padre.

---Lo siento, lo siento--- Luke es el último en ser apartado de ella luego de recibir una mirada severa del mayor.

Ser Harwin Strong es el último en llegar recibiendo sonrisas por parte de madre e hija.

---Hola, ser Harwin--- Lhaera es la primera en saludarlo ---Qué lindo es verlo hoy. Lamento no haber podido estar presente en los entrenamientos...

Daba miedo... Lo parecida que ella era a él; cada rasgo de su cara eran obra suya a excepción de otros que, según su abuelo, pertenecían a la difunta reina Aemma. Y Ser Harwin estaba orgulloso de lo que había creado; aunque fuera un secreto, esos niños eran lo mejor que le había pasado y estaba agradecido con la princesa Rhaenyra por permitirle pasar tiempo con ellos.

---No se preocupe princesa. Tenemos mucho tiempo para practicar aún--- Él no podía dejar de admirarla, siempre lo hacía; según él, su hija era un ser de luz y no podía perderse de cada destello que desprendía.

---Estoy segura de eso--- La niña solo pudo darle una sonrisa a su padre...

Y en cuanto su hermano fue a parar a los brazos de Ser Leanor, ella se dirigió con los otros dos que se encontraban al lado de su madre mostrándole el hermoso huevo que habían elegido.

---Es lindo--- Les comunica a ambos luego de darle un beso en la cabeza a cada uno ---Pero yo podría haber elegido uno mejor--- Suelta en tono juguetón mientras apoya cada una de sus manos en las cabezas de sus hermanos y sacude sus cabellos.

---¡¡Oye!!---Luke es el primero en quejarse, en cambio, Jace solo ríe...

---¿Qué?--- El ceño fruncido del menor hace a la muchachita morir de ternura por lo que no duda en estrujar sus mejillas y dejar besos en su nariz haciendo al pequeño quejarse de sus insistencias ---Oh ya cállate, sé que amas que lo haga--- Acota para luego recibir un débil manotazo en sus brazos.

---¡¡Eso no es cierto!!--- Su tono se eleva un poco y esto hace que su madre llame su atención.

---Shhh...

Por un momento todos quedan en silencio, incluso el pequeño, pero en cuanto Lhaera y Jace cruzan miradas todo acaba...

---Sí lo es--- Jace no duda en decir suavemente para que solo sus hermanos lo oigan...

Oh y no debió hacer eso, porque el dulce rostro del niño no duró ni dos segundos en ponerse completamente rojo y abalanzarse sobre el hermano que estaba más cerca, Lhaera; haciendo que esta caiga al suelo para así dirigir sus diminutas manos a su rostro y estrujar sus mejillas haciéndola reír fuertemente logrando que su madre los observe con desaprobación.

---Niños, ya basta--- Aunque lo intenta, no puede evitar soltar algunas risas ante la tan tierna escena ---Luke, ya deja a tu hermana. Creo que ya tuvo su merecido...

---Sí... Sí... Me rindo... Me rindo--- Suelta la mayor de los niños mientras se recuesta en el suelo tratando de recuperar el aire.

---Y no me gustaaaa--- Luke gruñe antes de soltarla definitivamente generando más risas.

---Ay eres increíble...--- Le hace saber en cuanto se para de nuevo.

Y como si fuera lo más obvio del mundo el menor sacude un poco su cabello y le da una mirada de esas coquetas que ella le había enseñado cuando era más pequeño ---Lo sé...

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La princesa y los dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora