one (editado)

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-Vete a la mierda, mamá- le dice Emma Anderson a su madre mientras sale de su pequeño apartamento por lo que jura que será la última vez

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-Vete a la mierda, mamá- le dice Emma Anderson a su madre mientras sale de su pequeño apartamento por lo que jura que será la última vez.

Pero lo jura todo el tiempo.

Cuando Emma nació, su padre nunca apareció en el hospital y su madre juró que no lo necesitaban.

Se equivocaba.

Cuando Emma creció, su madre volvió a las andadas, empezó a drogarse y a beber constantemente. Esto no molestó a Emma como debería haberlo hecho.

Aprendió a cuidar de sí misma y, cuando tenía siete años, su madre le informó de que en sólo nueve meses tendría una hermanita. Para Emma esto significaba que tenía nueve meses para aprender a cuidar de un bebé.

Para una niña de siete años no era fácil, pero como Emma sospechaba, su madre sólo estaba lo suficientemente sobria como para asegurarse de que Madison no naciera jodida.

Emma está ahora en la escuela secundaria y se encarga de criar a Madison, una niña de diez años, la escuela, un trabajo y asegurarse de que su madre no destruya la ciudad. Frank Gallagher hace un buen trabajo de eso él mismo. Todos en el pueblo conocían a la familia Gallagher.

Emma estaba en la misma escuela que Phillip, pero está bastante segura de que él nunca la había visto. Ella no es difícil de perder. Tiene una altura media, un cuerpo medio, un pelo castaño medio que se ondula justo por debajo de la clavícula, y no olvidemos sus ojos marrones ligeramente por encima de la media. Se viste con la ropa que su madre se las arregla para no arruinar cuando sale de fiesta con sus "amigos" salvajes.

-Vamos Mads- le dice Emma a la niña más pequeña, agarrándola de la mano y tirando de ella en su camino a la escuela.

-Lisa apenas parecía respirar esta vez-menciona Madison. Emma suspira por su intento fallido de no hacer crecer a Maddie como lo hizo ella.

Rezaba todas las noches para que ocurriera un milagro y la versión más pequeña de sí misma pudiera seguir siendo tan inocente como debería ser una niña de diez años, pero Lisa lo hacía casi imposible.

-Hoy, después del colegio, quiero que vayas directamente a la cafetería y yo estaré allí poco después. Cuando llegue allí te traeré un bocadillo. Probablemente no te hará daño empezar a hacer los deberes-dice Emma antes de que la niña entre en la escuela primaria.

Maddie asiente con la cabeza antes de correr detrás de su amiga Heather, con la que a menudo se quedaba a dormir cuando las cosas en casa se ponían demasiado extremas.

Después de la escuela todo lo que Emma podía pensar era en sus montones de deberes y en su turno de noche en la cafetería.

Había empezado a trabajar allí en cuanto la contrataron a los 15 años, aunque llevaba mendigando desde los 12 cuando se cansó de hacer los pequeños trabajos secundarios en la ciudad que nadie quería hacer.

Cuando Emma entra en la cafetería, ve a su hermana pequeña hablando con una señora de pelo oscuro, que no parecía ser mucho mayor que ella.

-Hola Madison. Voy a cambiarme y luego te traeré un bocadillo, ¿vale?- Emma le dice a la niña, quien no se había dado cuenta de que su hermana mayor estaba allí.

Mientras Emma hablaba, la chica de pelo oscuro se giró y se reveló como Fiona Gallagher. Emma nunca había hablado con ninguno de los Gallagher.

-Hola. ¿Esta monada es tuya?- habló Fiona. Emma asintió con la cabeza, casi asustada de hablar con la chica mayor.

Emma sabía que los Gallagher lo tenían difícil y a una edad tan temprana Fiona ha sido una figura materna para todos sus hermanos menores.

-Por cierto, soy Fiona- la chica de pelo oscuro se precento.

-Yo soy Emma. Ella es Madison. He estado tratando de enseñarle que siempre debe presentarse- dijo Emma enviando una ligera sonrisa a la niña más pequeña que sólo se sonrojó en respuesta.

-¿Puedo comer pastel de cereza hoy?- Maddie pregunta y Emma se ríe.

-Tal vez si tienes suerte-dice y se dirige al baño para cambiarse para su turno.

Mientras se cambiaba, Emma se miró en el espejo. Deseó tener un maquillaje lo suficientemente bueno como para ocultar las bolsas oscuras bajo sus ojos. Vio la puerta abierta en el espejo y Fiona entró.

-Eres demasiado joven para ser la madre de esa pequeña-le dijo a Emma.

-Es mi hermana. Pero yo la crié- le consteto Emma algo borde.

-Normalmente no me desvío para hablar con gente que no conozco. Pero por alguna razón siento que somos muy parecidas pero más jóvenes. ¿Exactamente cómo de jóvenes?-pregunta Fiona.

-17 años. - Apenas si salió un murmullo. Fiona sacude la cabeza.

-Pareces agotada, cariño. Pero sé cómo es. Vas a la escuela, vas a trabajar, vuelves a casa y cuidas de Madison, y justo cuando se va a dormir esta borracho o drogado... ¿mamá o papá?- Empieza Fiona.

-Mamá- contesta Emma y Fiona asiente.

-Justo cuando la pequeña se duerme, tu madre entra a trompezones o arrastrada por la policía, y una vez que la ubicas, hay que hacer los deberes y las tareas domésticas- termina Fiona.

-Es casi como si vivieras conmigo-se burla Emma mientras pasa por delante de Fiona para empezar su turno.

-Es casi como si vivieras conmigo-se burla Emma mientras pasa por delante de Fiona para empezar su turno

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La chica de la cafeteria || Shameless ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora