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Es una tarde de primavera de un día como cualquier otro...

Me encuentro revisando algunos pendientes para mi trabajo, soy reportera en el periódico local. Me dedico a investigar asuntos que a simple vista parecen inexplicables y que resulten de interés para los lectores y si a mi jefe le parece interesante la publica en el periódico...

Últimamente no he estado dando en la tecla con mis notas, ya que de las últimas 4 no publicaron ninguna...

De repente alguien llamó a mi puerta...

Al abrirla, me encontré con un hombre, quien, sin mediar siquiera un saludo, me preguntó...

- ¿Es usted la señorita Angela Brown?

- Si, soy yo. ¿En qué puedo ayudarle?

- Vengo a entregarle esta carta – dijo estirando su mano – le aconsejo que la lea inmediatamente, quien la envió necesita de su ayuda...

La recibí y antes de poder indagar un poco más acerca del remitente, este se retiró...

Intenté conseguir algunas respuestas preguntándole, pero este alejándose de mí, me respondió...

- Si quiere respuestas, le recomiendo leer la carta

Cerré la puerta un poco confundida, me asomé por la ventana disimuladamente para ver como aquel hombre se retiraba. Subió a una camioneta, noté que las ruedas estaban embarradas, por lo que deduje que venía de una zona rural... Además de esto, noté que en una de las puertas había un logo, con unas iniciales grabadas... J.B

Momentos después de recibir la carta me encontraba en el sillón dispuesta a leerla...

Dentro del sobre había un pasaje.

La carta decía lo siguiente...

Angela, ha pasado tiempo. Espero te encuentres bien.

Como sabrás, estoy trabajando como investigador privado, aceptando contratos de personas que necesitan este tipo de servicio.

Hace un tiempo me contactaron para investigar acerca de unas misteriosas desapariciones de algunos habitantes en Vatn, un pequeño pueblo a las afueras de Pripyat.

El asunto me intrigó, y la paga prometida era buena, por lo cual acepté sin dudarlo y me dirigí al lugar acordado.

Al llegar descubrí que las cosas no eran lo que aparentaban, los habitantes del pueblo parecían saber algo a cerca de las desapariciones, pero ninguno estaba dispuesto a hablar del tema.

Además, noté un comportamiento muy extraño por parte de ellos. Su forma de actuar cambiaba radicalmente durante las noches, estos perdían el sentido del raciosismo, no eran capaces de pensar por su cuenta, se comportaban como autómatas. Era como si estuvieran bajo el efecto de algún tipo de hipnosis o algo por el estilo, en cambio durante el día se comportaban de manera normal, olvidando lo sucedido durante la noche.

Se que escribes para el periódico local, este podría ser un caso de tu interés, me vendría bien contar con la ayuda de una periodista como tú. En este pueblo hay una historia que podría interesarte.

Me disculpo por la manera en la que te contacté, tenía miedo de que alguien interesado en que mi investigación no prospere interceptara mi correspondencia si utilizaba el correo tradicional, así que le pedí a mi amigo Frank que te entregara esta carta por mí.

Siento que estoy siendo vigilado, temo que sea objeto de la próxima desaparición en este maldito pueblo.

En el sobre encontrarás un pasaje y mi ubicación actual.

Me estoy hospedando en una vieja posada, en la recepción encontrarás al señor Logan, un pescador que ah habitado este pueblo desde su nacimiento. Parece ser la única persona sensata de este lugar. Pregúntale por mi si es que no me encuentras al llegar.

PD: Piensa bien antes de decidir venir, no puedo garantizar tu seguridad, y por favor, por tu bien, evita llegar después del anochecer...

John Brige

Tardé unos segundos en recuperar el aliento, me encontraba completamente shockeada por lo que había leído. Era la oportunidad que tanto había esperado, como si el cielo me hubiese enviado un caso digno de un Pulitzer que obviamente no rechazaría.

John es una persona muy especial para mi...

Nos conocemos desde la universidad, su pasión siempre fue develar los misterios de la humanidad, recuerdo que siempre me hablaba acerca de ser un gran investigador, él estaba seguro de que algún día lo conseguiría...

Como mi anhelo era ser periodista, le prometí que, si ambos lográbamos nuestras metas, él iba a resolver un gran misterio y yo iba a contar la historia para que todo el mundo descubra la verdad.

Jamás pensé que me tocaría cumplirla luego de tantos años...

Recuerdo que la última vez que hable con él, hace mucho tiempo, me dijo que había logrado convertir su sueño en realidad y que se encontraba trabajando como un investigador privado.

Luego de algunos minutos, comencé a reflexionar sobre el contenido de la carta, las desapariciones, el comportamiento de las personas, y las reiteradas advertencias de John referidas a mi seguridad si decidía viajar...

¿De qué se trataba todo esto? ¿Sería seguro viajar? Comenzaron a surgir muchas preguntas en mi mente, me encontraba muy confundida como para poder tomar una decisión, por lo que decidí llamar a mis amigos, Chris y Bruce para conversar a cerca de este asunto y escuchar sus opiniones...

A ellos también los conozco de la universidad, al igual que John, la única diferencia es que al permanecer en la ciudad jamás perdí el contacto con ellos, somos amigos desde aquella época y compartimos mucho tiempo juntos por diversos motivos, que tienen que ver con nuestros trabajos.

Chris, fue parte de un grupo de Elite del ejército que se encarga de hacer incursiones en territorio enemigo, como periodista he tenido que acompañarlo en varias ocasiones para cubrir el despliegue de su escuadrón en diferentes lugares del mundo.

En caso de decidirme e ir a Vatn, Chris seria la persona ideal para acompañarme y garantizar mi seguridad, como ya lo ha hecho en otras ocasiones.

Bruce, en cambio, evita todo lo relacionado con la violencia, su trabajo está relacionado con la tecnología y las comunicaciones, sería la persona ideal para apoyarnos logísticamente en caso de adentrarme en ese maldito pueblo tal cual lo describió John en su carta.

Me comuniqué con ambos y les pedí que vinieran a mi casa lo antes posible, ya que tenía algo importarte para comentarles. Al cabo de unas horas, estaban llamando a mi puerta...

Los recibíes con naturalidad, a pesar de querer abalanzarme sobre ellos para contarles todo lo sucedido. Los acompañe hasta el living donde los invite asentarse en mi cómodo sillón Chesterfield. Ambos sabían que cuando los invitaba a sentarse en mi sillón preferido, la cosa iba en serio. Comencé a leerles detalladamente la carta sin mostrar emoción alguna, a fin de no influir sobre sus recomendaciones acerca de ir, o no a Vatn.

Al concluir, ambos parecían encontrarse tan sorprendidos y confundidos como yo. Sin embargo, los tres coincidíamos en una cosa, debíamos ir.

Sabíamos lo que nos esperaba en ese lugar, las personas estaban desapareciendo, los habitantes del pueblo estaban ocultando algo, cambios de comportamiento de las personas durante el día o la noche, alguien estaba interfiriendo en la investigación, y por último John temía ser la próxima víctima. Teníamos que tener mucho cuidado, todo parecía sacado de una novela de misterio a lo Alan Wake, muy surrealista para ser verdad.

Luego de intercambiar ideas por un largo rato, decidimos que Chris seria mi acompañante, mientras que Bruce permanecería aquí a fin de realizar algunas averiguaciones acerca del pueblo y sus habitantes. Por otra parte, si algo llegase a salir mal en Vatn, él sería nuestro apoyo.

El secreto de VatnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora