Capítulo 5

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Ava sintió un poco de pesadez en su corazón al ver como Beatrice convivía con sus amigas, parecían ser tan unidas, casi como una familia. Ava sabe que cuando era una niña vivió experiencias familiares, pero no las recuerda, ella era tan solo una niña cuando su madre falleció.

Toda su vida estuvo en orfanatos y después de su accidente...no la paso muy bien que digamos.

La vida no era muy sencilla estando en el sistema de adopción, y poco a poco se iba perdiendo la ilusión de tener una familia al ver como te regresaban o tan solo no te elegían, como si fuéramos un artículo de ropa.

Pero ella intentó nunca perder su sonrisa, por su madre. Por nosotras, mamá. Era lo que Ava siempre pensaba.

Después de su accidente, algunos días el dolor era insoportable, la desesperación logró consumirla muchas veces, pero nunca se dejó perder.

Nunca tuvo amigas, no tuvo el tiempo suficiente como para hacerlas, no pude vivir lo suficiente, pero estaba agradecida de que la vida haya puesto a Beatrice en su camino. Ella la hacía sentir viva tan solo estando junto a ella.

No supo cuánto tiempo transcurrió desde que se adentró en sus pensamientos pero regresó a la realidad cuando sintió el cuerpo de Beatrices apoyarse en el de ella.

Ava estaba sentada en la esquina del sillón, Beatrice ahora a su lado y las demás estaban sentadas en el piso, unas apoyadas en la mesita del centro y otras apoyadas en el piso para así tener más eficiencia y poder terminar el proyecto de Camila.

Aunque Camila hizo la mayor parte pero tener a sus amigas a su lado, la hacía trabajar más tranquila.

Ava giró un poco su cuerpo de manera diagonal para que Beatrice pudiera acomodarse mejor en ella. La cabeza de Beatrice quedó en el cuello de Ava, y la mitad de su cuerpo quedó sobre él de la menor.

La mano de Ava fue directamente hacia el pelo de la mayor para hacerle mimos en la cabeza, Ava pudo sentir como Beatrice se acurrucó más sobre ella y rodeó la cintura de Ava con sus brazos.

Se ve tan tranquila...y linda. Pensó Ava.

No pasó mucho tiempo para que la respiración de Beatrice fuera calmándose poco a poco hasta que se quedó dormida.

Ava no tardó en darse cuenta de que Camila las estaba viendo con una sonrisa.

— Que? —Preguntó Ava frunciendo el ceño, lo más bajo que pudo, para no despertar a Beatrice.

— Nada, solo que no había visto a Beatrice tan tranquila desde hace mucho tiempo. — Contestó Camila con una sonrisa nostálgica.

Ava le dedico una pequeña sonrisa y volvió a centrar su atención en Beatrice. Acariciando delicadamente su cabello.

Las chicas siguieron ayudando a Camila entre risas, peleas graciosas y regaños por parte de Ava para que no hicieran mucho ruido.

Ava nunca imagino que estaría conviviendo en un ambiente tan cómodo, tan feliz, en ningún punto de su vida, pero aquí estaba. La menor estaba muy orgullosa de ella misma por todas las grandes y pequeñas cosas que había hecho para poder salir del entorno en el que estaba, el cual la atormentaba, gracias a sus enormes y diminutos sacrificios había podido encontrar personas que la llenaban.

— Mhm... — Beatrice comenzó a quejarse poco a poco hasta que sus ojos se abrieron y enterró más su cara en el cuello de Ava. Pero al darse cuenta de que no era su almohada rápidamente se reincorporó en el sillón. — Y las demás? — Intento disimular lo mejor que pudo.

— Se fueron hace un rato, en cuanto terminaron el proyecto de Camila se marcharon, pero me dijeron que te dijera que muchas gracias y buenas noches. — Respondió Ava con una pequeña risa al ver como Beatrice tenía los ojos casi cerrados por el sueño. — Ven, vamos a la cama. — Ava se levantó del sillón, tomando la mano de Beatrice para guiarla hacia su recámara.

— Que hora es? — Pregunto Beatrice con la voz ronca. Por una mierda.

— Ehh, no lo sé, como las tres de la mañana creo. — La mayor abrió los ojos como platos al escuchar la hora.

— Y no has dormido nada?!...perdona no quería aplastarte. — Beatrice suspiró cansada. — Me hubieras despertado Ava!

Ava se acercó a Beatrice y la tomó por los hombros.

— Ni aunque me lo hubieras pedido te hubiera despertado. — Beatrice la vio en forma de regaño, negando lentamente mientras suspiraba. — No puedes culparme, te veías realmente linda. — Dijo lo ultimo quitando sus manos de los hombros de Beatrice.

Al ver que Beatrice no dijo nada, Ava añadió:

— Bueno, buenas noches, Bea. Te veré en la mañana. — Y con eso se giró sobre sus talones dispuesta a salir del cuarto.

— A donde vas?

— Dormiré en la sala, supuse que te gusta dormir sola, ya sabes...tu espacio. — Dijo Ava jugando con sus manos.

— Me gusta mi espacio, pero quiero que te quedes...quédate. Por favor?

No soy nadie para decirlo, pero puedo afirmar que a Ava le brillaron los ojos en el preciso momento en el que escuchó eso.

Las dos se alistaron para dormir, acostándose en la cama de Beatrice en poco tiempo, quedaron frente a frente sin decir nada, solo observándose la una a la otra.

— Me gustan tus ojos. — Ava dijo con tono seguro y confiado, logrando que Beatrice se sonrojara y se cubriera la cara con la mano.

Me gusta tu sonrisa.

Ava tomó la mano de Beatrice, quitándola lentamente de su cara, pero para su sorpresa, y también para la de Beatrice, la mayor no soltó su mano, si no que las junto y comenzó una lenta y delicada caricia con su dedo pulgar.

Beatrice comenzó a cerrar sus ojos poco a poco, su respiración se volvía cada vez más tranquila y ligera.

— Beatrice?

— Si? — Contestó con los ojos cerrados.

Pero los abrió de golpe al sentir como Ava colocaba su cabeza entre su hombro y su cuello, sin soltar su mano y poniendo una parte de su cuerpo sobre el suyo.

— Te molesta si duermo así? — Dijo Ava con la voz soñolienta.

Beatrices rodeó la cintura de Ava con su brazo libre y pegó su cabeza a la de Ava.

— No...claro que no. — Dijo cayendo dormida.


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Espero disfruten el capituló. Acepto sugerencias.

-JF

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