3. 𝐼𝐿 𝐶𝐴𝐶𝐶𝐼𝐴𝑇𝑂𝑅𝐸 È 𝑆𝑇𝐴𝑇𝑂 𝐶𝐴𝐶𝐶𝐼𝐴𝑇𝑂

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Lo que a mi opinión era una buena idea el haber llegado a Italia, al final no lo fue

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Lo que a mi opinión era una buena idea el haber llegado a Italia, al final no lo fue. En parte fue bueno, porque me había reencontrado con mi viejo amigo Giacomo De Santis, que diga, Benn Beckman.
No puedo creer que me tenga que corregir hasta en el nombre de ese idiota. Río internamente por eso. Si así quiere que lo llamen, no tengo remedio que hacerlo. Por algo no quiere que lo llamen por su nombre real. Ahora que lo recuerdo, en esos tiempos cuando éramos compañeros de barco, él se presentaba como Benn. ¿Cómo se me pudo olvidar eso? Aunque como él lo dijo, es un poco lógico, han pasado más de cien años que no lo había visto, así que tienen algo de sentido.

Seguía recorriendo las calles de Milán, eran las 2:27 am. Todo se encontraba desierto, no había un alma en algunas de las calles que había recorrido. En el día, estas calles están completamente llenas de personas, sus habitantes son muy alegres y siempre hay música en cada rincón. Una lastima que yo no pueda estar entre los humanos, y convivir aunque sea por unos minutos, pero mi naturaleza nunca me dejará.

El único sonido que se podía escuchar, era el sonido de mis pisadas. Las calles vacías y amplias generaban una acústica especial, que estoy seguro, a cualquier humano podría relajarlo.
Pero poco duró ese relajante sonido cuando sentí tres presencias a mis espaldas.

-Non muoverti e dammi il tuo portafoglio -habló uno de los jóvenes que estaban detrás mío, sentí algo apuntándome las costillas. Por lo que sentí, era una especie de navaja suiza, aunque juzgando, no lo parecía. Mientras que otro de ellos tenía una pistola de bolsillo, verifiqué que estuviera cargada, y efectivamente, lo estaba. ¿De dónde sacan esas armas? Y vi al último que estaba mirando hacia todos lados, era el único de esos tres que estaba desarmado-. ¡Ho detto dammi il tuo portafoglio! -volvió a exigir el delincuente.

Yo por mi parte, empecé a fingir que estaba asustándome, por lo que alcé mis manos, "dispuesto a cooperar".

-Non porto un portafoglio -les contesté fingiendo miedo y mis manos estaban "temblando". Sinceramente estaba por carcajearme por el numerito que estaba armando frente a esos mocosos.

-Dammi quel fottuto portafoglio o ti ammazzo! -gritó el maleante enterrando más el arma punzocortante en mis costillas, ya invadido por el enfado y la desesperación, el otro cargó elarma y volvió a apuntarme-. Carlo, prendi tutto quello che hai -le ordenó el tipo que tenía el arma al otro tipo desarmado.

El mocoso procedió a revisarme los pantalones, claramente vi que estaba desesperado por encontrar algo de valor, pero al final no encontró nada, el chico bufó de frustración.

-Dannazione!! -rugió el malentate desarmado. Le notificó que no encontró nada en mis ropas y luego me miró mal.

Entonces los tres me empujaron y me "impactaron contra la pared".
Uno de ellos preguntó qué iba a pasar conmigo, a lo que uno de ellos respondió que iba a matarme. Reí por lo que escuché, pero mi risa empezó a sonar más fuerte, los tres se desconcertaron ante mi reacción.

𝑆𝐸𝐺𝑈𝐼𝑀𝐼 𝑂 𝑈𝐶𝐶𝐼𝐷𝐼𝑀𝐼 (Shanks & OC) [#3] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora