V Consuelo

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– говно –Se quejó el ruso mientras OMS le atendía las heridas.

Puede que no hayan durado mucho en la pelea, pero unos cuantos golpes fueron suficientes para hacerlos sangrar, formando moretones con tonos intensos de negro y morado.

Por otro lado, la expresión de ONU sin duda era de temer, nada comparado a la tranquilidad pacífica que siempre lo caracteriza.
En cuanto se quedaron los 3 solos en la oficina, se alzaron los gritos furiosos de la organización por todo el edificio, retumbando en las paredes.

USNA por su parte, bajó la mirada tratando de controlar sus emociones, pues su mente se llenaba de toda clase de sentimientos negativos. Ira, frustración, tristeza, arrepentimiento. Todo se estaba acumulando dentro de su cuerpo, provocándole un dolor de cabeza insoportable por casi toda la hora completa que fueron regañados.

Se sentía culpable por haber peleado, pero tampoco quería disculparse, algo bastante curioso y con lógica a la vez, pues estaba formado por 2 países rebeldes y uno pacifista.

Al salir, la actitud fría del ruso junto al ego del norteamericano hizo que no se dirigieran la palabra en ningún momento, haciendo que la melodía del silencio fuera interrumpida solo por el sonido de sus pasos.

Sin embargo, no estaba tan solo como pensaba, pues ya casi para irse se encontró a su otro padre en la puerta. Por un momento, ver su rostro le trajo recuerdos traumáticos de la conquista, por lo que supuso que el antiguo México se sentía así cada que se encontraban.

– Adivinaré, ¿tú también estás decepcionado? –Preguntó USNA una vez se detuvo frente a él.

Esperaba recibir el mismo trato que sus otros padres, siendo regañado por no comportarse como potencia o por pelear, pero se estremeció al sentir las cálidas manos de España sobre sus mejillas quedando en shock al verle llorar.

– México –Susurró el español antes de abrazarlo entre lágrimas y sollozos.

USNA no lo podía creer, pues no solo no lo había llamado "Nueva España" como en sus recuerdos, sino que se encontraba ahí frente suyo llorando por la "perdida" de su hijo querido.

El amargo abrazo de España le hizo llorar también, sintiéndose como un niño adoptado recibiendo el cariño que sus padres jamás le dieron, solo que España era su tercer papá.

– Perdóname chaval –Se disculpó España separándose abruptamente–. Es solo que me recuerdas a mi hijo.

– We can be your son! –Suplicó tomando la mano de España para que no se fuera.

Y así, el silencio invadió el lugar por unos minutos ante la expresión atónita del español.

– Tío, ¿a qué te refieres con "nosotros"?

– Yo no soy un nuevo país, soy la fusión de tres.

– ¿Eso significa que México no está muerto?

– No, ninguno de los tres –Explicó–. Somos uno.

Una vez más, España se quedó callado sin saber que decir, pero al ver el rostro entristecido de USNA no le quedó ninguna duda en aceptarlo.

– Bueno, entonces eso significa que somos familia –Le sonrió abrazándolo devuelta.

Una vez más, USNA volvió a llorar por el momento emotivo, liberando todo el dolor de haber sido rechazado por UK y Francia. Se quedaron tanto tiempo así que no se dieron cuenta de la hora.

– Chaval

– ¿Si?

– No tienes porqué soportar todo tu solo –Le consoló España–. Siempre estaré ahí para apoyarte.

– Thanks dad.

– Ya es noche, ¿quieres ir a cenar algo?

– Me encantaría.

– ¿Entonces te dio un bajón porque tuvisteis problemas con la perra británica y Francia? –Preguntó Argentina después de escuchar todo el chisme junto a sus hermanos, quienes se colaron en la cena

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– ¿Entonces te dio un bajón porque tuvisteis problemas con la perra británica y Francia? –Preguntó Argentina después de escuchar todo el chisme junto a sus hermanos, quienes se colaron en la cena.

– No tienes porqué preocuparte de eso –Le consoló España–. Nos tienes a nosotros.

– Gracias –Agradeció USNA antes de tomar un largo trago de tequila.

– Parce, yo quiero saber porqué tienes la cara como si te hubieran cascado.

– Es porque nos peleamos con Rusia.

– Ta potente.

– ¿Y quién ganó?

– ¿A quién coño le importa quién ganó? Lo importante es que esté bien.

Y así, el resto de la cena estuvieron en una discusión sobre como el ganador de esa pelea dominaría el mundo, sin embargo, USNA solo disfrutaba el rato entre ellos riendo de las tonterías que hacen.

Pero por más que intentara parecer feliz, por dentro se sentía morir del dolor, pues tanto su lado gringo como canadiense aún sufrían por haber sido rechazados por sus padres.

De cierto modo, seguían sin sentirse en casa al lado de los latinos, no porque no fueran amigables y carismáticos, sino porque no se sentían como parte de ellos.

– Oye España, ¿ya te enteraste?

– ¿Ahora que hicieron Chile?

– Nada, nada –Negó al instante antes de seguir–. Es solo que USNA ya tiene un pololo.

En ese momento España, quién estaba tomando un trago, empezó a toser de la sorpresa que le dieron.

– ¿¡Es cierto eso chaval!? –Cuestionó sorprendido apenas pudo respirar correctamente.

– ¡N-No! –Negó al instante–. Es solo un socio.

– ¿Acaso los socios se quedai' solos en la casa? Ya no lo niegues, weon.

– Dime, ¿quién es? –Suplicó España.

– China.

– ¿¡China!?

Sin duda la sorpresa de papi España provocó las risas de todos los latinos, quienes ya empezaban a cantar la canción de los novios que se pasan el chicle, a lo que USNA solo sonrió mientras seguía bebiendo un trago tras otro.

Iba a ser una noche larga.

Identidades (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora