Aire Frio [Editando]

Capitulo 9

Tormenta:

Una tormenta nos habia tomado por sorpresa a Ronald y a mi.

Las noticias de esta mañana al parecer tenian razón.

Salimos de aquel bosque, pedaleando por las calles, solo podía ver la sombra de los autos que pasaban a la par mía.

Mi casa quedaba demasiado lejos. La tormenta azotaba aún con mas furia.

—¡Hey! Ronald, ¿Qué haremos? –Grité muy fuerte para que me escuchará.

—Sigueme –Dijo Ronald metiéndose entre unos callejones.

Y de nuevo lo seguí, hasta salir de aquellos callejones que pude notar que eran como laberintos.

Nos detuvimos en un edificio.
Las personas pasaban de prisa corriendo de un lado a otro, se escuchabán las bocinas de autos, se había hecho un gran trafico.

—¿Qué haremos? –Pregunté de nuevo.

—¿Te quieres quedar en mi departamento? –Dijo Ronald

Lo miré, pero no quería causar molestias. De alguna forma solo quería llegar a casa.

—No te preocupes, yo buscaré un taxi. Tu departamento a de estar aun mas lejos –Dije, mientras vi que se acercaba un taxi.

—No te dejare ir, es muy peligroso. Mira como se puso el cielo esta tormenta no se quitará. si piensas que causaras algún tipo de molestias no lo harás. Entremos de una vez. Aquí es donde vivo. –Dijo Ronald atravesando la entrada de aquel edificio. Sin esperar mi respuesta.

Ronald tenia razón. Tome mi bicicleta y entré. Ronald tenia algún poder de convencimiento.

—Buenas noches Joven Ronald –Dijo el recepcionista.

—Buenas noches –Dijo Ronald —¿Puedes guardar nuestras bicicletas?

—Claro que si joven –Añadio el recepcionista.

Caminamos hacia el ascensor Ronald iba por delante. Entramos al ascensor, ambos quedamos mirando de frente a las puertas. Uno al lado del otro. Ronald oprimio el botón del décimo piso.

El ascensor comenzó a subir.

De repente la luces empezaron a parpadear, se escucho un fuerte ruido  el ascensor se detuvo fuertemente haciendo que ambos perdieramos el equilibrio.

Debido a la tormenta hubo un gran apagón. Todo se quedo a oscuras, entro un temor en mi.

Y en unos segundos las luces de emergencia los cuales eran rojas se encendieron.

—¡Bernardo! ¿Qué estas haciendo? –Escuche que dijo Ronald.

Estaba asustado.
—¿Qué pasó? –Dije volteandolo a ver, cuando me dí cuenta, mi mano estaba entrelazada con la mano de Ronald, toda la sangre se me vino al rostro en ese momento, lo solté de inmediato. —N-no lo sé –Me sentí como el mayor imbécil del mundo.

Ronald no dijo nada.
Creí que nos quedaríamos ahí y al cabo de un momento la electricidad volvió.
El ascensor continuo en marcha dejando atrás ese incómodo momento. Hasta detenerse en el décimo piso.

Caminamos hasta el departamento de Ronald. Ronald solo giró la perilla sin utilizar llave alguna. Entramos.

— Pasa. – Dijo Ronald al abrir la puerta.
Quedamos de pie juntos mientras la puerta se cerraba.

Estábamos mojados de pies a cabeza…

— Que lluvia tan dura. –Mensiono Ronald. En un instante ya estaba buscando el baño de su departamento para traer unas toallas del cajón de este.