Capitulo 7

217 12 9
                                    

Laberinto De Emociones:

El chico esta parado de espalda sosteniendo su bicicleta distraído viendo aquella tienda, poca distancia nos separa.

La tarde se esta obscureciendo, ya esta entrando la noche.

Estoy paralizado, por fin lo que había empezado como una curiosidad se iba a terminar.

— Pero.. ¿qué estoy haciendo? – Pienso.Despertando del transe en el que estabá—Quizá este chico no sepa que existo y además tampoco lo conosco.. ¡como reaccionará si le habló!.

No puedo actuar nada más por un sueño y a lo que supongo es enamoramiento, esto es realmente tonto, ¡Enamorarme de alguien desconocido!.. es.. imposible y además es un chico.
Quizá estoy confundiendo mis emociones con una simple curiosidad, un sueño no puede dar una respuesta exacta a esto que siento, quizá esto de querer saber quien es, vino hacer que mi mente creara expectativas. –Pensaba mientras lo veía, no lo quería perder de vista.

Comienzo a sudar.
Mi cuerpo empieza a temblar, quiero hablarle pero no puedo decir ni media palabra, siento un nudo en la garganta.

—Esto es estúpido. Si le hablo,
¿que responderá?,
y luego.. ¡Que le diré si responde! Esto es realmente confuso.

Retrocedo unos pasos.

Quería darle punto y final pero no podía.

Suena el celular de aquel chico.

De repente un viento fuerte azota, provocando que basura y polvo se levante.

Polvo entra en mis ojos, trato de limpiarlos rápidamente, mí visión se torna borrosa.

Cuando veo de nuevo el chico ya no esta.
Miro al lado derecho, el chico iba de prisa en su bicicleta y veo como se aleja, al casi ya cruzar al otro lado de la calle noto que se le cae algo.

Corro y le grito fuertemente —¡Hey espera!..

No me escuchó.

Cuando veo hacia abajo una billetera esta tirada, la levanto..
La reviso rapidamente, solo habia algo de dinero y unos papeles doblados que parecían importantes.

Luego encuentro un papel en el que esta escrito un nombre que estaba borroso y un numeró de teléfono que no se veía claramente —Quizá sea su número –Pensé. —¡Tendre que devolverle su billetera quizá sea importante para él!.

Una sonrisa se coloco en mi boca. Me había puesto feliz, ya tenia una razón para hablarle y poder conocerlo. Así nada seria incomodo.

Volví con Sandra.
Estaba algo decepsionado por haberme acobardado, camine mirando hacia el suelo. Todo era una confusión.

—¿Qué pasó? –Dijo Sandra poniendo su mano en mi hombro.

–Levante mi rostro, le sonrio y respondí: —Todo está en orden. No te preocupes.– Suspiré

Suena una bocina, ya su mamá estaba pasando por ella, la despedi con un beso en la mejilla y ella sube al auto.

                               ***

Voy corriendo dirigiendome a la casa de Kary con una gran sonrisa, quería contarle toda esta situación.
Llego sin aliento del largo camino que recorrí.
Al tocar el timbre la mamá de Kary sale, me da un beso en la mejilla y me pasa a su casa..
— ¿Que te paso en el cuello? –Dijo tomandome del mentón.

— No es nada, fue un pequeño accidente con un compañero –Respondi tapandome con la camisa.

Ella iba de salida agarró su cartera y me dijo que Kary estaba en su habitación.

Aire Frio [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora