Capítulo 5 - Una luz en la oscuridad

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− Qué rayos debía hacer ?, maldición, tanto esfuerzo a la basura – decía con tono preocupado dentro de mí cabeza, mi corazón se aceleraba pero debía mantenerme tranquilo al menos hasta llegar a mi casa y así poder reposar un poco, necesitaba pensar en una solución pronto, después de que me dieran los resultados las piernas me temblaban, sentía que mí cuerpo se iba desvaneciendo poco a poco, mientras mis amigos trataban de calmarme, me conocían muy bien y cuando vi los resultados mi rostro tomó una impresión tan desfavorable que tuve que cambiarla al momento, tal parece que no fui demasiado rápido y alcanzaron a ver mi rostro, me decían cosas como que no me preocupara, que todo estaría bien pero nada estaba bien, que sería de mi ahora, era mi última oportunidad de poder quedarme con ellos – no sé qué hacer – decía en mi cabeza a punto de empezar a llorar pero no quería explotar delante de ellos, por lo que simplemente les dije – Estoy bien, solo denme unos minutos para digerir todo – fingiendo que no me había sentido tan afectado por lo que había leído, así que les dije que fueran a la cafetería de la escuela mientras yo iba al baño a pensar, sentía que el mundo se estaba desmoronando, cuando llegué al baño me encerré en el inodoro que he usado durante todo mi ciclo escolar, cerré la puerta y poco a poco mi cuerpo fue perdiendo fuerza, me sentía tan debilitado que ya no quería saber nada, fue ahí cuando al final simplemente ya no pude aguantar y mis ojos empezaron a soltar lagrimas como mares, tanto que me esforcé para nada, miré hacia arriba y exclamé – ¿ Qué es lo que quieres de mí ?, me quitaste a mi madre, hiciste que me odie mi padre, ahora debo apartarme de mis amigos, ¿ qué más debo perder para que estés satisfecho ? – decía con un tono muy alarido, con tristeza, mi voz cada vez se recortaba más, poco a poco mi voz dejo de pronunciar palabras de la angustia que sentía, me sentía tan frustrado que ya no sabía que debía hacer, de algo estaba seguro, las cosas no podrían ponerse peor, salí del baño con todo mi rostro cubierto por las lágrimas que derrame durante el tiempo que estuve ahí, fui al lavabo a enjuagarme el rostro y limpiar todos los residuos que aún estaban presentes en mi cara, realmente me sentía frustrado, no recordaba la última vez que me sentí así por lo que tome la decisión de decirles la verdad a mis amigos, supongo que era la hora de contarles la verdad, pero primero debía ir a casa con la abuela para decirle que era lo que había sucedido con el tema, creo que era algo justo que se enterara al momento por lo que fui con mis amigos a despedirme de ellos para regresar a casa, me dijeron que ellos iban conmigo como apoyo emocional, al principio me negué pero después de varias insistencias accedí a que me acompañaran, al menos así sabrían donde vivo, antes de salir ellos le avisaron a sus padres y todos accedieron, ya había tenido el gusto de conocer a cada uno de ellos y decía, cuando tenga la oportunidad les daré las gracias por dejar que sus hijos me puedan acompañar hoy, pensaba que era lo mínimo que podía hacer después de esa propuesta tan egoísta, por lo que cuando todos terminaron de contactar y decirles a sus padres nos pusimos en marcha, decidimos tomar un carro para que nos llevara ya que estaba un poco lejos y no me sentía en condiciones de que pudiera ir en camión, nos tomó al menos 30 minutos llegar a casa de la abuela, olvide decirle que mis amigos irían conmigo por lo que cuando llegamos se sorprendió al verlos, me disculpe con ella cuando bajamos todos del carro, ya que ella estaba afuera en el jardín regando sus rosales que estaban frente a las ventanas de su casa, cuando me disculpe con ella le dije que quería hablar con ella pero que fuese precavida con el tema de que mi padre me había echado de mi casa, no quería que ellos se enteraran, me pregunto por qué no les había dicho por lo que le dije simplemente que después le explicaba porque había decidido mantener eso en secreto ante ellos, realmente la única que sabía que eso había pasado era mi abuela, cuando entramos a la casa les dije a mis amigos que fueran a la sala de estar, que esperaran ahí, mientras yo subía a mi habitación por mi medicina para controlar mi pulso cardiaco y así evitar tener un colapso delante de ellos.

Después de tomar mis pastillas baje a la sala, llamé a la abuela y decidí contarle todo, cuando llegó no sabía que decir, baje la mirada al suelo un momento, aprete mi puño con mucha fuerza y con una lágrima en mi rostro dije – Perdón abuela, sé que te decepciono pero no pude conseguir la beca – dije con los ojos llorosos – Me esforcé para lograrlo y al final no pude hacer nada, fracasé increíblemente mal, lo siento – dije con mi voz alarida y después de decir eso mis lagrimas empezaron a brotar – No me sentía fuerte para decírtelo yo solo, por eso quise que mis amigos estuvieran aquí, les agradezco por todo chicos, los amo – dije con lo último que me quedaba antes de que mis lagrimas empezaran a brotar al 100%, ya no podía detenerme, en eso mi abuela se levantó y fue a donde estaba sentado yo, me dijo – Levántate por favor – con una voz simple, después de que me levanté dirigió su boca a mi oreja y susurró con una voz dulce – No me has decepcionado – me abrazó e hizo que sintiera lo que hace mucho tiempo no había sentido, el amor maternal de alguien que me amaba, estuvimos al menos de 7 a 8 segundos abrazados, después de eso con la parte superior de su mano derecha secó las lágrimas que colgaban de mis mejillas y me dijo – Es un orgullo que tu seas mi nieto, no has fracasado porque diste lo mejor de ti y no estoy para nada decepcionada de ti, nadie de aquí piensa eso – dijo mientras volteaba a ver a mis amigos – Mira a tu alrededor, ellos están aquí para apoyarte a pesar de todo, cada uno decidió estar aquí para ayudarte, los que se decepcionan de alguien no hacen eso – dijo segura de lo que decía, en eso Violet se levantó y corriendo a abrazarme me dijo – Tonto, ¿ acaso no lo ves ?, lograste mucho en poco tiempo, te esfuerzas día con día y todavía te haces llamar fracaso, vas desde aquí hasta la escuela todos los días y mantienes un alto desempeño en tus notas cuando otros que la tiene más fácil no pueden, no eres un fracaso, eres alguien muy asombroso, soy afortunada de tenerte como mi mejor amigo – dijo con una sonrisa – Así es mi amigo, somos afortunados de haberte conocido – dijo Jacob mientras se levantaba e iba a abrazarme – Así es – dijeron los demás y mientras Jacob me abrazaba, uno a uno se fueron sumando y al final todos me abrazaron, solo pude llorar de la emoción, me volvía a sentir seguro después de mucho tiempo y eso solo hacía que me sintiera peor porque extrañaría esa sensación, después de que todos dejaron de abrazarme, me despedí de cada uno porque sabía que vivían retirados de donde estábamos.

El villano de una historia mal contada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora