𝐂𝐔𝐑𝐈𝐓𝐀 𝐄𝐍 𝐌𝐈𝐒 𝐏𝐀𝐏𝐀𝐒 › ࣪ ( 𝖼𝗁𝖺𝖾𝗌𝗈𝗈 ) ׂ ♡ ⃞ !

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Exijo un reembolso

— ¡Tengo una curita en mis papas fritas! — Tal vez grito muy alto, pero eso no le importo. No mientras la persona delante de ella se retiraba y tomaba su lugar frente al mostrador — ¡Exijo un reembolso!

— Con gusto le daremos un reembolso.

¿Pero?... oh por, vaya reembolso.

JiSoo abrió sus ojos más de lo que podía. Por que la chica que estaba frente a ella, no es la misma que la atendió hace quince minutos atrás.

Woah... Parkour...

De seguro, sus ojos brillaban, con estrellitas y todo, al igual que ese pensamiento fugaz que acababa de tener. Pero, en su pobre defensa, esta era la chica más linda que haya visto en sus diecisiete años de vida. Era... Bueno, es simplemente.

— Eh... ¿Desea hablar con el encargado o...? — Entonces fue cuando cayó de nuevo en la realidad

Ella estaba ahí para reclamar la curita en sus papas fritas, no para admirar a la linda chica frente a ella.

— Eh, si. Verás... — Achico los ojos, impulsándose hacia delante, quedando de puntillas para poder leer el nombre de la chica en el gafete que colgaba de su cuello — Roseanne... — Sus ojos brillaron de nuevo cuando pronuncio su nombre. Pero mantuvo la cordura mientras volvía a posar completamente sus pies en el suelo — Yo acabo de comprar unas papas fritas, hace como unos quince minutos. Y todo estaba bien, hasta el momento en el que en vez de sacar una papita frita, saque una curita con sangre. ¿Me explicarías eso, por favor?

Acerco la curita al rostro de Roseanne, entonces se alejo lo más rapido que pudo, mientras ponía cara de asco, antes de asentir y llamar a su gerente. En ese momento, JiSoo pudo apreciar con muchos más detenimiento a la chica... Bueno, a Roseanne, su perfil era hermoso, y claro que no le importo que hubiera hecho una cara de asco, obvio. Igual, seguía siendo hermosa.

No es su culpa enamorarse de desconocidas lindas, solo sucede ¿Bien?

— El gerente ya llegara — Roseanne colgó el teléfono y entonces volteó de nuevo hacia ella —. Sólo dele unos minutos...

Ella pudo asentir, recargándose en la caja.

Vaya día...

Miró la cajita de papas fritas que aun sostenía, agarro uno y se la metio a la boca.

¿Qué?

Esas papas no se iban a desperdiciar.