𝐒𝐏𝐀𝐑𝐓𝐎𝐑 | No podía creer lo que vio. El tenía asegurado que el hermoso chico que siempre entraba a la puerta de su casa con una sonrisa unas flores solo para el jamás sería capaz de traicionarlo. Jamás pensó que ese hombre sería capaz de arru...
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Invictor
––¡Ca chi pum!
––Nooo–– Ramón se lamentó al ver que su oponente hizo piedra mientras él tijera.
––Perdiste, así que yo voy primero–– Victor le mostró la lengua al mayor para luego irse del lugar y observar de lejos al hermoso chico que tomaba vino tranquilamente en un lugar de la fiesta.
Se sentó en la barra y observo al chico, cada movimiento que hacía, todo de él era hermoso. Vio como se comenzaba a acercar a él y se sentó en al lado de él. Pidió un vaso de ron.
––¿Andrés?–– El menor observo al chico que lo llamaba y ladio la cabeza al no reconocerlo––Soy Victor mucho gusto, me han hablado mucho de ti.
––¿En serio? Espero sean cosas buenas.
––Muy buenas.
Andrés sonrió para luego observar a un muchacho entregarle su vaso de ron. Hubo un silencio entre los dos, para nada incómodo, pero el menor ya sabía para qué estaba el aquí.
––¿A qué hora me llevas a una habitación?
Victor sonrió por lo dicho, no pensó que el castaño captará así de rápido el porqué estaba aquí. Miro los ojos del menor y lo supo, no solo él lo quiere. El castaño lo desea tanto como lo quiere él.
––¿Me acompañas?
No es necesario hablar, solo deben sacar lo que quieren, el menor estaba ahí para tener sexo con quién sea, Victor quería tener sexo con él. Solo eso.
Los dos tienen lo que quieren.
Al entrar a la habitación comenzaron a besarse y quitarse la ropa rápidamente. Los chasquidos por los besos eran escuchados en la habitación chupones dejaba Victor en la piel del menor.
Victor se sentó en la cama y se puso un condón en su miembro.
––¿Me darías el favor?–– Andrés al captar la indirecta se sentó sobre el mayor y acomodo el miembro de este en su entrada.
Espero unos segundos y comenzó a dar saltos sobre él.
Gemidos y jadeos eran escuchados en la habitación, los chasquidos al choque de pieles. Andrés se sentía en el cielo cada vez que alguien lo tomaba y le daba una buena follada, esto no es distinto. Cada salto que daba sobre el mayor lo excitaba cada vez más. Tomo su miembro y comenzó a masturbarlo mientras seguía saltando.
Victor en un movimiento rápido dejo al menor bajo de él y comenzó a moverse, tenía una linda vista del menor gimiendo mientras se masturba, sonrió por eso.
Las penetraciones se volvían más rápidas y profundas, volviendo loca al menor, Andrés se sentía llegar, sentía su punto.
––E-eres fantástico.
Las palabras del menor hicieron sonreír aún más al mayor, haciendo que los movimientos se vuelvan más deliciosos. Andrés babeaba con cada penetración que recibía. Su mano la sentía acalambrada. Era perfecto.
Finalmente, Andrés llegó a su punto, corriéndose y manchando los dos abdómenes, Victor volvió a unir sus labios con los del menor sin parar sus penetraciones.
Esto aún no acaba.
El mayor tomo una de las piernas del menor y la subió encima de su hombro para tener más espacio para sus movimientos.
La entrada del menor estaba apretada, haciendo que ya sintiera su punto, estaba por correrse.
Una, dos, tres y cuatro estocadas más y el mayor se corrió dentro del condón.
Andrés sonrió mientras su respiración era irregular.
––Dios–– Fue lo único que pudo decir.
Victor salió de dentro de él con una sonrisa, sabía que el menor quedó encantado con su cogida, no era necesario que lo dijera.
––Espero se repita bonito.
Andrés observó con una sonrisa al mayor.
––Ten por seguro que esto se repitiera.
Por primera vez, a Andrés le encantó una follada.
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