Messi corría lo más rápido que podía, sus piernas estaban apunto de flaquear pero no podía decepcionar a su afición; los argentinos coreaban su nombre, al igual que comenzaban a aumentar sus gritos conforme se acercaba a la portería.
Estando a menos de 15 metros de la portería marcó el gol que cambiaría no sólo su carrera si no también su vida.
—¡Gol de Messi!
La afición enloqueció y su equipo corrió hasta el para festejar el gol. Mientras sus compañeros de equipo lo abrazaban y le daban palmadas para felicitarlo por su gol pudo divisar al portero del equipo contrario.
El mayor de los dos golpeaba el suelo con frustración mientras trataba de contener las lágrimas, había decepcionado a un país entero y sabía que llegando a su país sería la segunda persona más odiada. Sus compañeros regados por todo el campo no prestaban su atención en la frustración de su portero, pero una persona si.
—Vamo' chico–La voz de Leo hizo que el mayor lo mirara—Estuviste bien, podés hacerlo aún mejor.
El más chico le regaló una sonrisa haciendo que Memo cambiara su semblante a uno más tranquilo. El mayor se levantó y alcanzó a Leo sólo para darle un medio abrazo y una palmada, y así seguir con el juego.
El partido terminó con el marcador en 2–0, dándole la victoria a Argentina. La afición mexicana estaba destrozada, si no lograban clasificar en el siguiente partido sería su boleto de regreso a México y sería el fin del mundial para ellos, pero eso claro que lo sabía la selección mexicana y aún más el portero de esta.
—¡Puta madre!
Memo gritó apenas entró a los vestidores de la selección, sus compañeros compartían su frustración y enojo, jugaron como nunca y perdieron como siempre.
—Vamos Memo—El capitán del equipo lo animó tratando de calmarlo—En el siguiente partido podremos ganar y no nos iremos a casa.
Memo miró a Andrés y le dio una pequeña sonrisa para que no se preocupara, pero por dentro quería pegarse un tiro.
—Tendré que llevar paraguas cuando lleguemos a México, porque todos me tiraran mierda—Memo se quitó la camisa y limpió su sudor con ella—Iré a las regaderas.
Tomó sus cosas y caminó a las regaderas del lugar para darse un baño y refrescar su mente antes de salir y dar la cara tras su derrota. Memo sabía muy bien lo que le esperaba, siempre trataba de dar lo mejor de él pero siempre terminaba con lo peor de la situación, incluso cuando no fue su culpa todos lo culpaban. Si nos ponemos honestos la mayoría de las veces Memo era el único que se esforzaba por ganar, pero esta vez no estaba conforme con que lo culparan a él. El día de hoy su director técnico había hecho muy malas decisiones que no le favoreciendo al equipo; como cambiar a los mejores jugadores por otros que no estaban preparados para este tipo de partidos, así que la responsabilidad caía en Memo.
Entró a la regadera y se quitó la ropa dejándola en algún lugar donde podía colgarla, abrió la llave y comenzó a mojar su cuerpo haciendo que sus músculos se destensaran. Pasó unos minutos en plena tranquilidad antes de que llegarán a interrumpirla.
—¡Che boludo que gol!
El mayor detuvo cualquier movimiento para poder escuchar de quien provenía la voz.
—Nah, no lo creo—Esa voz era inconfundible para el portero de la selección mexicana, lo cual hizo que se interesará aún más en la plática.
—Claro que si, el portero de México no supo ni como reaccionar.
Memo se paró ahí dejando correr el agua por la regadera, recordando lo odiado que era en ese momento por todo México y lo miserable que se sentía. Tomó el champú y lavó su cabello para distraerse y no escuchar lo que los argentinos decían, pero era inevitable.
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Secreto De Amor [Messichoa]
FanfictionDelante de la gente no me mires, no suspires, no me llames, aunque me ames [...] aclaraciones!¡ ‐esto es solo por broma, se que ambos están casados y con hijos. -si no te gusta el ship solo no leas la historia