Capítulo 2

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La selección mexicana se encontraba entrenando para su próximo partido, pues si perdían este la selección quedaría eliminada del mundial por el que se esforzaron tanto en llegar, tenían el peso de un país entero en sus hombros y tenían que lidiar con ello.

Los jugadores estaban por todos lados entrenando diferentes disciplinas, pero había un grupito en concreto que no estaba precisamente entrenando.

—¡Animo!

Los jugadores corrían detrás de la pelota para poder anotar un gol en su pequeño juego de calentamiento. Ochoa no dudó ni un segundo cuando vio que la pelota se acercaba a él y decidió hacer una chilena.

Todos los presentes enloquecieron ante su gol y el mismo ochoa festejó su gol arrodillandose en el suelo y batiendo sus brazos en modo de victoria, sus compañeros lo abrazaron y después rieron ante el juego.

Cuando terminaron de entrenar todos se dirigieron a los vestidores para cambiarse o bañarse y regresar al hotel a descansar antes de su próximo partido. Todos los jugadores entraron dejando a Memo atrás el cuál estaba quitándose sus guantes haciendo que estuviera distraído.

—Buena chilena.

Memo se sobresaltó y se detuvo un momento para mirar a la persona que le había hablado; Messi estaba recargado en un pared donde no se podía ver fácilmente, aunque todo estuviera bien entre él y el equipo mexicano aún así no le gustaba incomodar, y mucho menos en un lugar donde ellos estaban en sus asuntos.

—Ah, me asustaste—Memo rió y jugó nerviosamente con sus guantes—¿Lo viste?

Leo rió mientras asentía—Si no fueras portero me encantaría verte de jugador—Memo sonrió tímidamente mientras estaba seguro que sus mejillas se estaban tiñendo de rosado—Igual el uniforme verde te quedaría estupendo.

Memo no aguantó más y dejó escapar una risa nerviosa mientras trataba de tapar sus mejillas rosas. Este tipo de comentarios provenientes del argentino confundía mucho a Memo, e incluso era algo raro sabiendo que medio Internet los querían como pareja. Pero si por el fuera quisiera que el argentino fuera así con el toda su vida, sin duda los comentarios de Messi era lo mejor que le había pasado desde que llegó a Qatar.

—No creo que sea bueno jugando en esa posición—Memo se paró a un lado del menor para no ser alcanzado por alguna cámara que estuviera pendiente a sus movientos—Además de por sí la afición me odia como portero...—Ochoa hizo una mueca al decir eso—Ahora imagínate como jugador.

Messi igual formó una mueca, le parecía increíble el hecho de que Memo siempre repetía que su afición y su país lo odiaba, aunque a estas alturas le preocupaba más que nada.

—Tú afición está equivocada—Memo miró a Leo esperando algo más de él—No creo que seas tan malo como dices ser.

Memo rió mientras negaba—No amigo, no conoces a nuestra afición.

—¿Acaso no recuerdas como paraste ese penal de parte de Lewandowski?—Leo intentó animar a Memo—Eso fue de locos.

—Era algo predecible.

—Pero aún así lo paraste—Insistió el argentino—Eso estuvo increíble, o al menos para mí lo fue.

Los dos se miraron fijamente, para Memo en esa mirada podía encontrar admiración y verdad de parte del argentino, mientras que Leo podía encontrar agradecimiento en la de Memo. Ambos estaban sumergidos en un silencio en lo que lo único que encontraban eran sentimientos en sus ojos, era un silencio cómodo, como si las palabras faltaran para entender lo que sus ojos transmitían. Pero todo fue interrumpido por el grito desde los vestidores:

Secreto De Amor [Messichoa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora