VI

2.6K 356 53
                                    

—¿Otra vez fuiste a verlo?—

—Nadie resultó decapitado, así que está bien.—Shuri alzó los brazos, dejándolos caer algo frustrada.

—¿Hablo en chino o qué?—

—No~, pero ya te dije que fue una... Ofrenda de paz.—

La princesa miraba a la mujer comer aquellas extrañas frutas, separando las semillas y poniéndolas en pequeñas macetas.

—¿Y dijo algo?—

—Nada raro, solo fue un paseo.—tapó las semillas con tierra—. Por otra parte...—Shuri la miró—. Eso no significa que no noté algunas cosas.—

—¿Qué... Cosas?—

—No tiene guardias con él, ni había muchos en la capital. Deben tener una sede especial, pero no es muy inteligente que esté tan alejada del centro...—lanzó las cáscaras a un enorme tarro que usaban de compostera—. Si atacáramos ahí, sería un golpe fuerte... Siempre y cuando encontremos la forma, claro está.—

—¿Imaginaste todo un escenario en esos pocos minutos?—

—Oye, no me malinterpretes. No busco hacerle daño a nadie, pero en caso de que la supuesta guerra a la que tanto temes llegue... Ya tengo una ida de cómo golpearlo duro. Será mejor que no cause problemas.—

—... Es algo perturbador verte decir algo tan oscuro mientras comes un melón... Sin mencionar tu cara adorable.—____ sonrió.

—Su mundo es maravilloso, odiaria causarle daño.—miró el bolsito, notando que era un trabajo manual hermoso—. Pero todo depende de él y lo que quiere conseguir.—

~•~

—¿Qué dije sobre venir?—

—Pensé que ya estábamos en paz.—

____ recibió a Namor, escoltada por dos guardias. Entonces el rey notó su vestimenta. Era diferente.

—Si y no, no puedes aparecerte así como así.—lo vio sonreir—. Agradece que justo estaba aquí, o mi gente te habría linchado.—

—¿Y qué te trae justo ahora a las playas?—

—El vibranio robado de Shuri, ella cree tener una pista.—señaló la nave wakandiana que se acercaba—. Iré a su hogar a revisar unas cosas... Por favor no causes tu decapitación.—

—¿Te irás mucho tiempo?—

—¿Me extrañarás, pececito?—

La nave activó el rayo abductor, los guardias subieron primero.

—No deberías dejar tu pueblo.—Namor la miró, notando que llevaba el dichoso bolso.

—Ellos saben cuidarse... Además contaba con que tú harías algo si llegan a invadirnos personas malas. Casualmente tengo algo para ti...—revisó en el bolso, sacando una pulsera trensada—. No es como las perlas de Shuri, pero cumple la función de alerta... Solo córtala y sabré que algo pasa.—

—¿Las flores cumplen alguna función?—Namor miró como la mujer ataba gentilmente la pulsera a su muñeca.

—Ser bonitas, es muy importante eso.—sonrió.

—Pero no puedo ir por ahí con un brazalete de flores coloridas.—

—¿Masculinidad frágil?—

Finalmente terminó de alistar la pulsera, y las pequeñas cuentas de silicium se iluminaron apenas.

—Ya está...—____ presionó su mano—. Ya sabes, cualquier cosa sospechosa que veas o presientas, la cortas. Solo arrancala y se activará la señal... Nos vemos.—

Namor la vio alejarse y subir a la nave.
Se quedó ahí unos momentos, mirando la pulsera.

Era bonita, algo infantil... Pero bonita después de todo.
Namor sintió una extraña sensación en el pecho.

—Esperemos que sea algo breve...—

—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aguas Divididas (Namor Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora