XII

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Debate al final del capi, bajen así charlamos xdxd.

~•~

La mujer miró en silencio como Namor se acercaba al muelle, pensando en mil cosas que podría decirle.
Era la primera vez desde que se conocían que estaba tan nerviosa al verlo.

—Si pensabas que yo no iba a venir... ¿Por qué viniste—

Namor salió del agua, sentándose en el muelle. Ese pequeño espacio entre ambos los tenía más que ansiosos.

—No lo sé, solo... Quise venir.—le mostró el potecito de crema que ella misma le había dado horas antes—. Además, esto no puedo ponerlo bajo el agua. Vine a curar mi ala aquí.—

—Ya veo...—

—Pero la verdad, quería verte a ti...—

____ sonrió volteando nuevamente hacia el agua.

—Lamento haberme ido de esa manera.—

—No, yo lamento haber sido tan insistente. Habré parecido un pesado.—

—Un poco, si...—

—Lo siento.—

La mujer lo miró, notando que él estaba incluso más tenso que ella.

—¿Era cierto eso que dijiste? ¿Que soy la primera persona de la que te enamoras?—

—Por supuesto, nunca te mentiría.—

—Pero tienes muchos años, me cuesta creer que soy la primera.—

—Pues lo eres.—ladeó apenas la cabeza, mirándola con una pequeña sonrisa—. Y también la primera en rechazarme... Duele más de lo que te imaginas.—

____ se sintió mal por aquello.

—Pero aún con tu rechazo... por favor, no cortemos lazos. Aunque sea como aliado o... O vecino de mar, déjame seguir viéndote.—

Ver a una persona tan imponente, tan temida por tanta gente, sentada frente a ella con toda la pena posible casi rogándole que no se apartara de él... Era más que cautivante.
La matriarca tomó las mejillas del dios, uniendo sus labios en un beso que, a pesar de ser un poco torpe, transmitía todos esos sentimientos que venía reprimiendo hace tiempo. Se sentía más que bien.
Las manos de Namor no tardaron en reaccionar. Una viajó a la cintura de la mujer, donde se aferró con necesidad. Mientras que la mano libre acunó con todo el cuidado del mundo la mejilla ajena.
Fue ____ quien tuvo que separarse primero, pues pr parte de Namor parecía que el oxígeno no estaba ni cerca de escasear.

—¿Puedo darte otro?—Namor atrapó los labios que intentaban recuperar el aliento, robándole uno y otro beso más—. ¿Otro puede ser?—

____ lo apartó entre risas, tomando el frasquito que Namor ya había dejado olvidado a un costado.

—Primero déjame ver tu alita ¿si?—

Namor y la mujer se acomodaron en los pilares del muelle, enfrentándose. El rey flexionó las piernas, dejando que la mujer tuviera cómodo acceso a las vendas. Con sumo cuidado, ____ las quitó, mirando preocupada aquella alita cortada. Era la primera vez que la veía.

—¿Tan mal se ve?—Namor llamó su atención.

—¿Te digo la verdad o algo lindo?—

—Que alentador...—

____ abrió el frasco, tomando una pequeña cantidad de crema y masajeando la pequeña alita cortada.

—Según las curanderas de Madripoor, hay que esparcirla y masajear... Le dije que era para una mano, así que no sé si así estará bien.—

Aguas Divididas (Namor Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora