Cigarrillos Sabor Cereza | WandaNat

Sola

Su día no iba a de la mejor manera.

Había discutido con su madre y por consecuencia de ello le había gritado a su hermana, quien no tenía la culpa de nada. Se sentía horrible y más al recordar los ojos asustados de Yelena.

Ella solo era un niña dulce viviendo un infierno, bueno, así lo veía Natasha.

Ya había acabado una caja entera de cigarrillos, sacó otra más de su mochila negra con stikers de princesas y algunos pines de ballet y Rusia. Se acomodo mejor en aquella incomoda banca del parque y prendió uno nuevo. Era viernes y escapó de las últimas clases para tener algo de paz y pensar. Vio la hora en su celular dándose cuenta que eran las tres y media. Supuso que sus amigos ya estarían saliendo de la escuela y no tardarían en llamarla o mandarle algún mensaje preguntando su paradero, obviamente no contestaría en unas horas. Y no se equivo, en unos cuantos minutos después sonó la notificación de mensajes, todos de Clint y algunos pocos de James.

Dio una ligera risa por miles de mensajes de Clint preguntando donde se encontraba y cuando la viera le daría una patada. Agarro otro cigarrillo.

Cerro los ojos mientras el humo salía de sus finos labios, sintiendo la fría brisa de la tarde sobre su rostro, moviendo su rojo cabello corto. De pronto un grito a lo lejos de escucho.

"¡Natasha!" La bonita voz se oyó a unos cuantos pasos de distancia. Al oír su nombre volteo a la dirección viendo a la linda chica aproximándose hacia ella, Wanda.

"Hola, no te vi en la salida y supuse que te habías ido temprano, así que le pregunté a Clint pero se fue con mi hermano a no se donde y vine a compañar a mi otro hermano para que vea a su novio y... Estoy hablando demasiado ¿no?" Río nerviosa y se aventuró a sentarse a su lado, acomodando su mochila azul con flores sobre sus piernas descubiertas por un short.

"Hola, Wand. Tranquila, me gusta oírte hablar"

Ambas conectaron miradas y ambas mejillas se calentaron.

"Bueno..." La castaña noto la caja de cigarrillos vacía e hizo una mueca pero no dijo nada, más noto los ojos triste de la pelirroja "¿Estás bien? Te noto algo triste, y-y no es por ser metiche ni nada por el estilo solo, me preocupa por una amiga" Una amarga sonrisa apareció.

Amiga, un pinchazo se instaló en el pecho de Nat.

"No es nada, solo... Discutí con mi madre, después le grite a mi hermana y se asustó, cuando llegue a casa le pediré una disculpa"

"Eres muy dulce cuando se trata de tu hermana, ¿cierto?"

"Si, ella lo es todo para mí" Wanda dio una sonrisa. Su celular se escucho.

"Oh, es Peter, mi hermano menor. Déjame contestó" Se levantó dejando su mochila en la banca. Nat no desaprovechar la oportunidad para contemplar a la belleza frente a ella.

Wanda era la definición de lo hermoso en persona. Así lo veía Natasha, así era a sus ojos.

"Naaat, mi hermano quiere ir por un helado, ¿vienes conmigo?" ¿Eso puede contar como uno cita? Oh Dios, los nervios volvieron.

Terminó el último cigarrillo, para tirarlo y pisarlo.

"Me encantaría"

Su plan era pasar la tarde sola con sus penas, pero le había gustado la compañía.

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