Capítulo 2

135 14 0
                                    

Sin ser consciente de la terrible decisión que recién había tomado, el pequeño URSS se encontraba en su silencioso despacho, firmado aquéllos infames papeles que pondrían en marcha, los apresurados planes de Lenin.

Lenin frotaba con esmero sus callosas manos, como el reflejo de las ansias que le provocaban estos últimos momentos. Poco le faltaba por poseer el poder que tanto había estado anhelando y sin esperar que fuese sin tanto esfuerzo.

Aquel pequeño y moldeable Country, no se le podría comparar con lo que fue su antecesor; frío, calculador y cruel.



Lenin. - Ésto será sencillo. — Cási inaudible, susurró para sí mismo.—




De manera abrupta, URSS detuvo su escribir y levantó su mirada de forma lenta, para así apreciar a su acompañante. Su tono y mirar fríos, eran lo único comparable a los de su antecesor. Ello heló la sangre de Lenin, una simple pero bien acertada idea, cruzó por su mente "no debía de subestimar aquel Country".


URSS - ¿Has dicho algo? — Preguntó fríamente, arqueando una ceja.—

Lenin. - No... nada. — Respondió, con un intento de disimular su creciente nerviosismo.—

URSS - ... — Se mantuvo en silencio por un corto momento, esperando señal alguna de aquélla figura que se mantenía parada frente suyo, después, retomó su posición y continúo con el papeleo. De algo podía estar seguro, no debía confiar completamente de Lenin, se lamentaba de su situación actual, el tener que depender de los demás era de las cosas que más ha aborrecido.—


Aún con su corta edad era, de alguna manera, consiente del gran papel que llevaría a cabo más adelante y su padre siempre fue el primero en ser participe de ésa enseñanza. Sus lecciones que éste mismo implementó, siempre las llevaría en lo más profundo de su conciencia y jamás las olvidaría.




*INICIO DEL FLASHBACK.*



I. RUSO. - ¿Dime si lo entendiste? — Con un tono autoritario, sentenció. Mirando al pequeño frente suyo, como si de un simple animal se tratase.—


URSS - Lo he entendido. — Sumiso, respondió el pequeño.—

I. RUSO. - Mírame directamente a los ojos y vuelve a repetirlo. — Lo decía a tan corta distancia entre sus rostros. En sus manos, yacía un bastón con empuñadura de plata, le conocía muy bien, siempre era su fiel compañera en sus más dolorosos castigos. Una mala elección, un leve registro de dolor, le llevaría a sentir su desgarradora caricia sobre su expuesta piel, el notorio aroma a óxido de las heridas en las que podría verse escurrir ése líquido rojo, eran las señales de que aquel martirio estaba por acabar.

I. RUSO. - ¿Y bien? termina de una vez.

URSS. - "La amabilidad, es el disfraz de la necesidad, los rostros que vemos enmascaran sus verdaderas intenciones; la deslealtad y la avaricia. Éstas mismas se deberán de pagar con la muerte, sin objeción alguna." — *golpe sordo.* —

I. RUSO. - ¡¡AÚN NO HEMOS TERMINANDO!!



*FIN DEL FLASHBACK.*



Aunque desagradables, son los recuerdos y enseñanzas que se encuentran arraigadas a él, no importaba lo mucho que las quisiera superar, siempre estarán ahí. En lo más profundo de su ser.

Con su condición actual, la situación cambiaba, y mucho, su desempeño al que estaba acostumbrado se veía reducida al de una flor marchitarse por las adversidades de su entorno. Era completamente inútil y lo sabía perfectamente. Inclusive, se llegó a preguntar muchas cosas y ninguna de ellas serían contestadas, ya no había nadie a quien acudir.


URSS. - Estoy completamente solo. — Susurró.— ¿Qué debo hacer? ¿Qué decisión debo tomar?..... — Y muchas más preguntas rondaban por su mente. No debía equivocarse, sólo esperaba que algún milagro ocurriera y todo resultase a su favor.


[ "No es momento de pensar en lo personal, lo primero es el deber." ]


¿Alguna vez te has sentido en el límite de un acantilado? pues pronto URSS, se lo llegará a plantear.








Después de un día lleno de papeleo, finalmente pudo tener un corto descanso. Respirar jamás le había parecido tan placentero, hasta ahora.

Era el momento perfecto para meditar, sobre todos los acontecimientos ocurridos hasta ahora, y cabe resaltar, que el reciente deceso de su padre no era el peor de todos, sino las consecuencias que este deriva.


Situación actual: los inicios de la "Revolución Rusa".


La crisis actual de su pueblo, se podía ver reflejado hasta en su cuerpo mismo, suerte que estaba acostumbrado a el dolor físico, sino, ésto lo dejaría completamente convaleciente.

Aún después de meditar su situación, con un poco de dificultad, no podía lograr encontrar solución alguna a la situación actual.


URSS. - Por lo menos, le dejé el resto a Lenin. Espero que él, sí sepa qué hacer.

Sobre la puerta de caoba, se logró escuchar un ligero golpeteo. Como respuesta, se le permitió la entrada.

Con un saludo dignos de un soldado, anuncio su reciente intromisión y prosiguió con el asunto principal que lo traía al lugar.


xx. — Mí señor, le he traído información importante. — Le dijo, un general de alto cargo, por su expresión y tono, debía de ser algo de suma importancia.—

URSS. — Habla. — Contestó, cortante.—

xx. — Es sobre nuestro antiguo vecino. Todo parece señalar, que finalmente se ha establecido el paradero actual de un nuevo Country.


URSS. — ¿Y qué más información tienes?

xx. — Las bases de su fundación han sido sellados. De por hecho, que el proyecto ha sido forjado.

URSS. — ..... (El proyecto no fue hecho por mí, fueron ustedes los que lo llevaron a cabo, solo soy el producto de ello) — Pensó con una mirada perdída en un punto muerto de la oficina, el general al notar el silencio, intentó reanudar su conversación.—

xx. — ¿Señor...?

URSS. — ¿Cuál es el nombre?

xx. — "República de China", mi señor.

URSS. — Manténme informado de cualquier cambio hasta entonces. Retirase.

xx. — Sí señor. — Con un saludo final, se retiró del despacho.—








RECUERDOS DEL AYER (URSSMEX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora