Capítulo 1

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Siempre que miraban a Lalisa Manobal pensaban en una alfa soltera por toda su vida, la razón era simple. Su personalidad.

Aquella alfa no era dominante y ruda como los demás, no, ella no era esa clase de alfa.

Lisa era suave y delicada, amante del color rosa y de las cosas tiernas, así era Lalisa Manobal, la alfa omega como solían llamarle de burla.

Lisa era diferente, pero eso no le importaba, ella era feliz, de esa manera, siendo ella misma y no teniendo que fingir alguna actitud dominante y posesiva con una omega.

Si algo odiaba Lisa era que los alfas siempre se creyeran superiores a los omegas, Lisa siendo una alfa sabía que todos merecían los mismos derechos. Aunque claro, las mismas omegas se encargaban de rechazar a Lisa, creían que esta no podría defenderlas del mal, creían que incluso Lisa sería la pasiva al momento de hacer el amor. Eso no era cierto y jamás lo sería.

Si, Lisa era muy consciente de lo que escuchaba a cada rato, ella no era ninguna pasiva, solamente tenía diferentes actitudes y eso era todo.

ㅡCachorra, vamos, despierta que tienes que ir a estudiar.ㅡDijo el omega desde la puerta de la habitación de Lisa.

ㅡ¿Papá? Buenos días ㅡDijo Lisa despertando de golpe al ver a su padre.

ㅡCariño, tu padre y yo te estamos esperando abajo para desayunar, báñate y vístete rápido.—Dijo el omega sonriendo.

El omega se retiró de la habitación de su hija y cerró la puerta detrás de ella, mientras Lisa se levantó con una sonrisa en su rostro, quitó su pijama y se dirigía a bañarse.

Era otro día como cualquier otro, aunque claro, Lisa disfrutaba al máximo su vida sin amarguras ni nada que la hiciera sacarse de quicio.

Si, Lisa tenía ya veinte años y aún vivía con sus padres, escuchaba a sus demás compañeras burlarse de ella porque aún vive bajo el manto de ellas.

Según los demás, un alfa antes de esa edad ya debería haber buscado un hogar propio, comenzar a cortejear a los omegas y comenzar con su propia familia.

No, Lisa no quería eso, aún no, quería ir lento y despacio, no quería asustar a la omega llenándole de cachorros y obligándola a hacer lo que quisiera. Lisa no era así.

Cómo siempre, comenzaba su rutina diaria para ir a estudiar, ya se bañó y se arregló lo mejor que pudo, bajó las escaleras y vio a sus padres en el comedor platicando cómodamente.

Win Metawin y Bright Manobal  eran pareja, ambos habían concebido a Lisa Manobal, una alfa diferente a los demás, pero eso a sus padres no les importó en lo absoluto.

De hecho, amaban que su hija fuera así, respetuosa, educada, tierna y demás cosas que sus madres siempre iban a amar de su cachorra.

ㅡBuenos días papá, ¿Cómo amaneciste? ㅡDijo Lisa tomando asiento en una de las sillas del comedor.

ㅡMuy bien cachorra, aunque tu papá sigue y sigue pateando toda la noche.ㅡDijo Bright sonriendo y viendo a su hija riendo, luego volteó su vista y vio a su omega haciendo un puchero.

ㅡEs muy clásico de papá, siempre patea y patea cuando duerme con alguien. ㅡDijo Lisa tomando un cubierto y llevando un bocado de panqueques a su boca.

ㅡP-pero en mi defensa, soñé que estaba en la cama más cómoda del mundo.ㅡDijo el único omega en esa familia.

ㅡAjá, ¿Seguro que no era en el vientre de tu padre, cariño? ㅡDijo el alfa mayor viendo a el omega.

ㅡNo, estoy segura que era en la cama más cómoda del mundo.ㅡDijo Win afirmando con la cabeza.

Ambos alfas solo soltaron una pequeña risita, amaban todos los momentos en familia que tenían, incluso si la pequeña Minnie estaba dormida en su cama y no participara demasiado en el desayuno familiar.

ㅡBueno, me tengo que ir padres, nos vemos más tarde.ㅡDijo Lisa terminando rápidamente su desayuno.

ㅡEstá bien cachorra, lávate los dientes y luego ya te puedes ir. ㅡDijo el omega levantando los platos de Lisa.

ㅡEstá bien. ㅡLisa hizo un puchero y se fue al baño.

Llegó al baño y rápidamente lavó sus dientes, después de eso volvió a despedirse de sus padres y salió con prisa. Tenía unos minutos antes de que anunciaran que las clases empezaban, así que pasó por una floristería para comprar unas rosas.

Rosas las cuales se las daría a la única omega que dejó que Lisa la cortejeé, Kim Jennie, era la omega más tierna y dulce del universo, o eso según Lisa.

El amorío entre ambas había iniciado hace dos meses atrás, cuando Lisa se acercó a la omega, con un sonrojo adornado en toda su cara y con una pequeña notita.

Esa notita estaba muy decorada en papel rosa, cuando Jennie la abrió para leerla, leyó en el gran mensaje que había escrito dentro de la nube.

"¿Puedo cortejearte, dulce omega?", Decía aquel papel, Jennie solo se sonrojó y le permitió a la alfa empezar con su cortejo.

Ambas se amaban e iban muy bien, Lisa quería conquistar más a la omega y luego empezarían su relación.

Ambas se amaban e iban muy bien, Lisa quería conquistar más a la omega y luego empezarían su relación

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Si we, amo el omegaverse soft, nunca me lo quiten.

Nueva adaptación.

Sweet alpha | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora