Capítulo 11

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Fue una gran sorpresa, todo en este día era una gran sorpresa para Lisa Manobal y su esposa y omega Kim Jennie.

ㅡVaya, mi amor, no puedo creer lo que el doctor nos acaba de decir.ㅡDijo Lisa aún sin poder creer lo que había escuchado.

ㅡYo tampoco Lisa, yo tampoco me esperaba esa gran noticia.ㅡDijo la omega sujetando el brazo de la alfa.

Aún no podían creer en serio lo que les habían dicho, necesitaban más cosas entonces.

Tal vez Jennie y Lisa estaban equivocadas al respecto con su cachorro, no era simplemente un gran y gordito cachorro como ellas veían.

No, de hecho habían tres pequeños cachorros en el interior de la linda omega castaña, en el vientre de Jennie crecían tres pequeños seres.

Tal vez Lisa tenía una muy buena puntería, ahora tenían que comprar más cosas para los tres cachorros que venían en camino. Ahora tendrían que contarle la noticia a sus padres, tenían que saber que venían trillizos en vez de un solo cachorro.

Y a pesar de eso, ambas estaban más felices, venían tres hermosos seres a su vida, y les emocionaba tener tres pequeñas personitas en sus vidas.

ㅡBien, mi amor, ¿Te parece si vamos al centro comercial a comprar más cosas? ㅡDijo Lisa pasando su brazo izquierdo a la cintura de Jennie.

ㅡEstá bien alfa, tenemos que comprar más cosas, con esa cuna que compramos no alcanza para los tres. ㅡDijo Jennie haciendo una mueca de decepción.

De hecho, la noticia de que esperaban trillizos les había caído como un balde de agua fría con hielo. ¿Quién se esperaría que Lisa tuviera muy buena puntería?

Aunque también les alegraba los corazones, Jennie ya podía comprar trajes iguales para sus bebés. Y lo primero que quería hacer era disfrazarlos de gatos, técnicamente disfrazarlos de su madre alfa.

ㅡ¿Qué te parece ésta, cariño? ㅡDijo la alfa tocando una de las cunas.

ㅡCreo que es perfecta, aunque a dos de ellos les va a tocar compartir cuna. ㅡDijo Jennie rascando su nuca.

ㅡNo importa, tesoro, podemos comprar otra cuna para el otro bebé. ㅡDijo Lisa acercándose a la omega de vientre hinchado.

ㅡLili, pero ya estás gastando mucho dinero en todo esto. ㅡDijo Jennie sintiéndose avergonzada.

ㅡPero que dices, mi amor, eres mi omega y omma de mis cachorros, además como lo estoy diciendo, MIS cachorros, yo puedo gastar todo lo que yo quiera en ellos. Merecen una vida feliz, y cada uno merece su cuna. ㅡDijo Lisa abrazando a la omega.

ㅡP-pero L-Lili, y-ya parezco t-toda una mantenida. ㅡDijo Jennie comenzando a sollozar.

ㅡMi amor, no eres una mantenida, recuerda que esos pequeños también son míos y tú eres mía. Yo gasto todo lo que quiera en mis amores. ㅡDijo Lisa acariciando con cuidado el vientre de la omega.

ㅡP-pero L-Lisa... ㅡLisa puso uno de sus dedos sobre los labios de la omega.

ㅡCalma, tu linda alfa se hará cargo de cuidar a su Omega y a sus cachorros. ㅡDijo Lisa dándole un beso en la frente a Jennie.

Lisa jamás se molestaría con Jennie, si quiera le molestaba el hecho de lo sensible que estaba la omega. A pesar de todo, eran los cambios de humor del embarazo, a veces Jennie estaba feliz sin saber el motivo, veces lloraba porque sí, otras veces se enojaba porque escuchaba una mosca volar, y así.

Lisa amaba a su bolita de cambios de humor, una hermosa bolita hinchadita de pequeños cachorros en su interior. Lisa limpió con sus pulgares las lágrimas de Jennie, y luego le dio un corto beso en los labios.

Tal vez Jennie tenía demasiados cambios de humor, pero su mejor remedio para eso eran los besos y mimos de Lisa. De su alfa.
Ésta pasó la yema de su pulgar por los gruesos labios de la omega, esos labios que amaba besar.

ㅡMi amor, mi bolita de amor, por favor cálmate y relájate un poco, no eres una mantenida y jamás lo serás, todo lo hago por nuestros lindos cachorros. ㅡDijo Lisa nuevamente acariciando el vientre de su omega.

ㅡE-está bien Lisa, prometo calmarme un poco. ㅡJennie hundió su cabeza en el pecho de Lisa, oliendo el dulce aroma de la alfa, ese aroma que amaba demasiado.

A ambas no les importaba si estaban en medio del pasillo, Lisa le daría todos los mimos necesarios a su omega en dónde sea si ésta los necesitaba.

Y Jennie amaba recibir los mimos de Lisa, no había nada mejor que una alfa mimadora y cariñosa.

Lisa era todo lo que Jennie quería.

Y Jennie era todo lo que Lisa quería.

Ambas tenían esa conexión tan fuerte, que nadie dudaría que ellas son pareja, si quiera necesitaban suficientes muestras de afecto para darse cuenta. A simple vista eran la mejor pareja de todas.

Jennie sólo frotó sus ojitos con la manga de su suéter y se quedó viendo a su alfa. Lisa por su parte estaba viendo las cunas, incluso probando si éstas eran capaces de resistir su peso.

Manobal no dudaría en meterse a la cuna si alguno de sus cachorros la quería cerca en algún momento.

Jennie miraba tan enamorada a su alfa. Su alfa de color rosa.

Esa alfa que la enamoró años atrás y de la que siempre estaría enamorada. A la única que su corazón pertenecía y a la única a la cual le daría todos los cachorros que ésta le pidiera.

 A la única que su corazón pertenecía y a la única a la cual le daría todos los cachorros que ésta le pidiera

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Sweet alpha | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora