La mañana estaba resultando agotadora. Tras el regreso al templo a primera hora, Obi Wan se empeñó en pasar primero por la enfermería. Tras el examen Vokara les recetó un par de píldoras para los posibles efectos adversos de las drogas y les instó a meditar tanto como fuera posible. No tuvieron tiempo para eso.
La reunión con el Consejo se eternizaba. Tras el informe en el que el maestro había obviado muchos de los detalles vividos durante el secuestro su petición de seguir investigando y mantener la orden de captura sobre la señora del crimen twi'lek inició un debate en el que hubo disparidad de opiniones. Algunas voces apoyaron la propuesta del maestro Kenobi de investigar su paradero y detenerla, pero los miembros más antiguos parecían reticentes.
—Centrarse nuestros esfuerzos en la guerra deben —intervino el maestro Yoda tras un silencio reflexivo—. Enfocados debemos estar si la estabilidad queremos, si con ella acabar pronto deseamos.
—No podemos permitirnos desviar efectivos para perseguir a una señora del crimen al Borde Exterior —añadió Windu—. Sus actividades estaban interfiriendo en los asuntos de la República. Con eso solventado, las autoridades pertinentes se harán cargo de investigar su paradero.
Hubo un murmullo general de aprobación e incluso los que habían apoyado al maestro Kenobi en un principio acabaron asintiendo. Obi Wan sabía lo que significaba esa respuesta: nadie iba a encargarse de aquello. Las autoridades estaban también ocupadas con las repercusiones de la guerra, investigando a posibles traidores, espías o colaboradores de la Federación de Comercio. Si normalmente era difícil que se encargaran de ese tipo de asuntos, con la guerra era casi imposible.
—¿Tomado una decisión hemos? —preguntó Yoda—. ¿De acuerdo estamos en dejar el asunto para las autoridades?
La mayoría dio su visto bueno, pero Obi Wan solo mantuvo silencio, masticando su frustración con un gesto tan severo como tranquilo en apariencia.
—Entonces el asunto está zanjado —sentenció Windu—. Hay un asunto más a tratar antes de dar la reunión por terminada. Ha llegado información preocupante desde Korriban. Al parecer la Academia Sith ha sido destruida. —Un rumor de sorpresa interrumpió al maestro, que esperó a que las voces callaran para seguir hablando—. No podemos descartar que sea información falsa, pero nuestra fuente es bastante fiable. Korriban no es un objetivo de la Federación, por lo que sabemos, pero debemos investigar lo ocurrido. Alguien con la capacidad para bombardear un templo Sith no debería pasarnos inadvertido.
—¿Habéis pensado en quién se encargará de la investigación? —inquirió Obi Wan, apartando sus pensamientos rápidamente de la frustración por lo de Daesha.
—No aún. Planteando la información estamos —respondió Yoda.
—Anakin y yo lo haremos —se ofreció Obi Wan.
—No sé si es la mejor opción —observó Windu—. Skywalker acaba de ser armado caballero. Es una misión de alto riesgo.
—La de Lah'mu también resultó serlo y solo era un aprendiz. Está más que capacitado, maestro Windu. Y sospecho que tenga que ver con lo que descubrimos allí. No creo en las casualidades cuando se trata de la Orden Sith.
La petición del maestro Kenobi inició un nuevo debate sobre las razones que podían ocultarse tras el ataque a la academia y lo conveniente o no de enviarles a ellos a investigar. Obi Wan tenía una corazonada con aquello, recordaba bien lo que Dooku les había dicho sobre el Lord Oscuro del Sith tras la corrupción en la República y si aquello no acababa resultando una trampa, tal vez pudieran encontrar pistas que les llevaran a la verdad.
—¿De acuerdo estamos en enviar a Skywalker y al maestro Kenobi a Korriban? —consultó Yoda.
Esta vez el asentimiento fue general.
ESTÁS LEYENDO
Esclavo de la ira (Obikin 4)
FanfictionMientras investigan la actividad de una señora del crimen de Coruscant en el Inframundo, Obi Wan y Anakin son secuestrados y encerrados en una misteriosa mansión de los niveles altos de la ciudad. Lady Daesha, traficante y proxeneta twi'lek, no est...