Capitulo 9: Ya, pero eres o no eres???

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"Ay no puede ser" pensaba Aquino, ya exasperado con las webadas que pasaban a su alrededor.

–¡Pendejo! ¡¿Cómo podes tratar de amigo a un acosador?! – exigió Nimu a Duxo, incluso si Centi le insistía en no exaltarse así.

–¡¿Qué?! ¿Qué viste? Yo no- –.

–¡¿Cómo que acosador?! Aquinito podrá ser ciego, ratero de skins, tryhard, peruano, inmaduro, disléxico, pendejo, acosador, pero nunca estrella de Facebook gaming – diría Duplo, que tenía acunada la cara de su amigo entre sus manos y cachete –, es prácticamente un wawa todavía~ –.

Aquino pondría cara de pocos amigos tras eso último y consideraría dejarlo caer.

–¡¡¡Escuchen!!! – Kendo llamaría la atención de todos los presentes –¡Yo le pedí a Aquino que hiciera eso, él no me acoso! –.

–Pe- pero ¡Si estamos en el patio! ¡¿Cómo van a hacer eso aquí!? – dijo Lunaria, todavía muy agitada tras creer que vio a su amigo siendo abusado.

–Bueno, ahora que lo dices, no te veías disgustado... – reflexionó en voz alta Centi, mientras su SpaceCat quería tomar sentada en una esquina por ser tan gil.

Ambos, Aquinoby2002 y KendoMurft, se pondrían rojos tras oír las presunciones de sus compañeras.

–Ha, ya sabía que eras follaVtu- AH! – entonces Duco fue arrojado a un lado por Masturbin antes de poder terminar su frase.

Incapaz de soportar tal calumnia, Kendo se puso a gritar aún más – ¡NO ME REFERÍA A QUE ESTUVIERMOS COJIENDO! ¡MI AVATAR SE TRAVO Y LE PEDÍ QUE ME ACOMODASE! ¡ESO ES TODO! –.

Ambas chicas, aunque no muy convencidas realmente, le afirmaron al furro que le tomaban la palabra, además de disculparse con Aquino por pensar tan mal de él, lo cual este acepto y perdonó.

Duxo intentó hacer un chiste sobre como Aquinito no tenía que ocultarle esos gustos, pues se conocían de años, a lo que recibió un putazo de este y Kendo, dejándolo en k.o., por lo que volvió a tener que ser llevado en una carretilla.

–Creo que todavía no vuelve del sabático... – justificaría en voz alta Aquino, antes de preguntarle a las Vtubers por qué lo traían en carreta para empezar.

–Pues no sé que le pasó, pero lo encontramos noqueado y balbuceando weas medias raras en su asiento, así que lo llevábamos a la enfermería – explicó la quimera mientras ayudaba al castaño a acomodar al inconsciente.

–¿Tenemos enfermería si quiera? – cuestionó Kendo.

Tanto la argentina como la chilena se dieron cuenta de que no habían pensado en eso.

–...Pues supongo que sí, digo, este sitio está aprobado por el estado, no? – Centi se dio cuenta que eso era lo mismo que nada realmente e intentó pedirle consejo a Nimu, pero el alíen ya se había morido do aburremento y estaba zzz.

–Pues no sé, solo queda buscar – dijo Aquino empujando la carretilla por su cuenta.

–¿Vas a venir? – preguntó Lunaria.

–¡Claro pe! – exclamó, y se rió al ver cómo su aún inconsciente amigo cambiaba su expresión serena por una de cringe.

–¿'claro pe'? Jeje vale, yo también voy – se reía Kendo antes de alcanzar a su amigo que había avanzado muy rápido en poco tiempo.

Ambas chicas se quedaron atrás un rato, sin quererlo habían terminado formando un pequeño grupo con la excusa perfecta para explorar el Insti a placer. Decidieron seguir la suerte que estaba de su lado e ir tras de los dos chicos mientras podían.

El Morado es tu colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora