04 de diciembre

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Akane

Estoy realmente agotada, hoy ha sido un día de mucho ajetreo, hoy fue la fiesta de navidad de los niños del orfanato, desde buena mañana estuve corriendo de un lado a otro, pero todo el esfuerzo valió la pena, ver la felicidad reflejada en esas inocentes caritas al recibir sus juguetes de manos de Santa, no tiene precio. Ahora lo único que deseo es darme un buen baño caliente y acostarme a dormir.

...ERA RODOLFO UN RENO, QUE TENIA LA NARIZ...

"¿Qué es eso?" – murmuro siguiendo el sonido

Asomo mi cabeza por la puerta de la sala, el televisor está encendido con el volumen muy alto, mientras que Ranma está desparramado en el sofá, totalmente dormido con la boca abierta y roncando.

Esa imagen hace que me llene de ternura y mi corazón explote de amor, Ranma está igual o más cansado que yo, no solo se hizo cargo de varias de mis clases en el dojo para dejarme ese tiempo para la organización del evento, sino que también se dio a la tarea de preparar una exhibición de artes marciales para los niños, incluso tomó tiempo para enseñarles una sencilla kata.

Estuvo realmente maravilloso, en solo unos cuantos segundos enamoró a todos los presentes, las mujeres no dejaban de babear por él y los niños se sentían realmente admirados por sus habilidades en las artes marciales, incluso escuché a uno de ellos compararlo con un superhéroe.

Apago el televisor, me siento en un pequeño borde en el sofá y me quedo unos instantes admirando embelesada a mi esposo, tengo mucha suerte, si hubiera sabido que aquel chico egocéntrico y boca floja que llegó al dojo como una simpática pelirroja, se convertiría en este gran hombre que tengo al frente, no hubiera puesto tanta resistencia al compromiso.

"Kane... No... Me... Dejes..." – murmura removiéndose en el sofá inquieto, después de tantos años, aún sigue teniendo pesadillas.

"Shhh, Aquí estoy Ranma, nunca voy a dejarte" - le aparto el flequillo de la frente y aprovecho para acariciar su rostro, él suspira y mueve su cabeza buscando mi mano.

Mi mirada se desvía por unos segundos hacia el calendario sobre la mesa, hoy le toca a él abrir la casilla del día, miro nuevamente a Ranma durmiendo plácidamente y la casilla con el número 4, respiro profundamente, la curiosidad me está matando, no quiero quitarle a Ranma la ilusión de abrir la casilla del día, pero me conozco y se que no podré dormir tranquila hasta saber que clase de actividad nos tocaría realizar.

No tiene nada de malo que eche un vistazo, ¿cierto?

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"Quitar la ropa interior de tu pareja utilizando solo los dientes"

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'¿Soy yo o está empezando a hacer calor?' Mis ojos recorren de pies a cabeza el escultural cuerpo de mi esposo mientras que, en mi mente, se repite una y otra vez 'quita la ropa con tus dientes', aprieto mis piernas con fuerza y muerdo mi labio inferior al imaginar el escenario.

'Basta Akane, deja de pensar en tonterías, hace apenas unos instantes te estabas quejando de lo cansada que estás, además Ranma también está cansado' me reprendo a mí misma

'Por otro lado, sería una lástima que no realizáramos la actividad del día de hoy, Ranma ha estado esperando por los días sexys desde que compramos el calendario, ayer te dio gusto con el asunto del karaoke...'

"¿Akane?" – la voz de Ranma interrumpe mis pensamientos

"Ranma!" – exclamo sobresaltada mientras me llevo una mano al pecho

Calendario de AdvientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora