Calendario de Adviento

09 de diciembre

Ranma

Akane está molesta conmigo y sin razón.

Esta mañana estábamos muy bien, despertamos como siempre, entrepiernados y acurrucados, desayunamos juntos, discutimos nuestras actividades del día, todo muy normal y luego nos separamos para impartir nuestras respectivas lecciones. Hasta ahí todo marchaba a la perfección.

A media mañana decidimos tomar un refrigerio juntos y aprovechar que ambos teníamos ese tiempo libre para abrir la casilla correspondiente del calendario.

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"Hacer y decorar galletas navideñas"

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Akane se emocionó tanto con la actividad que se le ocurrió que podíamos aprovechar para hacer galletas para todos nuestros alumnos, intenté decirle de la manera más atenta que no, porque sigue siendo igual de mala como cuando hizo aquellas terribles galletas de animalitos en la preparatoria, ese recuerdo todavía me produce escalofríos, casi me muero de indigestión, no puedo permitir que someta a estos inocentes chicos a semejante tortura.

Si, bueno, ahora que lo pienso, quizá no fui tan asertivo cuando se lo dije, viéndolo desde ese punto de vista, puede que Akane si tenga motivos para estar molesta conmigo.

Tengo que encontrar la manera de arreglar las cosas entre nosotros, una serie de ideas vienen a mi cabeza, pero la entrada de mi primer alumna de la tarde, me dicen que debo dejarlo para más tarde.

"Buenas tardes Sensei" – saluda alegremente Futaba antes de hacer una reverencia

"Buenas tardes" – le sonrío amable

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Me estoy despidiendo del último alumno cuando escucho el desesperado grito de Akane, en pánico corro a toda velocidad hacia la casa

"¡Ranma! Ayúdame por favor" – dice arrodillada en el suelo sosteniendo la cabeza de un pequeño cachorro que está echando espuma por la boca

"Akane, ¿qué sucedió?" – me agacho y acaricio la cabeza del animalito

"Quería demostrarte que he mejorado mucho y que sí puedo hacer galletas comestibles, de repente este cachorro apareció y se comió una, parecía que la estaba disfrutando, pero de pronto..." – me cuenta hipando – "se desplomó y comenzó a convulsionar y a echar espuma por la boca" – termina llorando desconsolada

Mi corazón está hecho un nudo, nunca he soportado ver a una mujer llorar, pero cuando se trata de mi Akane es todavía peor.

"Mi amor no llores" – la abrazo y ella hunde su cabeza en mi pecho

"Lo maté Ranma, maté a un pobre cachorro" – llora más fuerte

"Ven" – tomo la mano de Akane y la ayudo a ponerse de pie – "Vamos a llevarlo rápido con el veterinario" – con el cachorro en brazos salimos corriendo hacia la clínica más cercana.

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Estamos en la sala de espera de la veterinaria, ha pasado un poco más de 1 hora y aún no sabemos nada, espero que el cachorro se ponga bien, no quiero ni pensar en las consecuencias si le pasa algo, conociendo a Akane, eso la devastaría por completo.

"Señores Saotome" – se acerca el doctor a nosotros

"¿Cómo está el cachorro?" – pregunta Akane preocupada

"Está muy bien, lo trajeron a tiempo, le hicimos un lavado estomacal y se encuentra en perfectas condiciones, es un perrito muy fuerte" – contesta con una gran sonrisa