Capítulo 10

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Monteverde, Costa Rica

—Cariño, debemos irnos ahora, —dice una chica altamente preocupada. Su nombre es Zoe, y es la chica con la que Dan mantuvo un romance poco sano. Efectivamente, es una androide LC4, cuya nomenclatura responde a Lake Corp, androide de 4 generación. Es una de los robots humanoides de 4 generación hechos con fines civiles. Apura a una niña humana de 11 años a salir del apartamento.

Algo más sobre los LC4: el gobierno de la República de Costa Rica les ha otorgado un estatus de "humanidad condicionada". Esto significa que, mientras estén sirviendo al fin para el que fueron creados (cuidadores, esposos o esposas, mano de obra en comercios no automatizados, hospitales, etc.), gozan de la mayoría de los derechos humanos básicos, así como de las mismas responsabilidades. Por ejemplo, pueden abrir cuentas bancarias, celebrar contratos y otras actividades propias de los humanos. Costa Rica ha sido el segundo país en legislar sobre la materia después de Canadá y el primero en otorgar dicho estatus a todos los robots a partir de la generación 3 de los robots Lake Corp, o su equivalente para los demás fabricantes que cumplan con la legislación.

En el caso específico de Zoe, ella fue adquirida por Sol Sofía. Sin embargo, esta fue condenada por atentar contra la vida de la niña, Sara Gea, y contra la integridad de Zoe. En este punto, cabe mencionar que Sol Sofía cumplía su cuarto año de condena de un total de 8, y digo cumplía, porque la seguridad de la cárcel donde estaba recluida ha sido violada y ella en este momento corre en busca de este apartamento.

—¡¿Zoe, qué pasa?! —, pregunta la niña mientras baja de su cama rápidamente.

—¡Sol Sofía viene hacia acá!

—¡¿Qué?! ¡¿Qué pasó?! —, cuestiona Sara, la niña, mientras deja ver que su seguridad y felicidad se lanzan por un acantilado. Los días de paz se han terminado, justo cuando el mundo se desmorona afuera.

—Al parecer, la seguridad de la cárcel ha sido vulnerada y los reclusos han escapado—, dice mientras toma un par de prendas y las mete en una bolsa que tiene en las manos.

—¡¿Llama a la policía?! ¡Haz algo!

—Ya lo he hecho, cariño, pero toda la policía está lidiando con las revueltas.

—¿Y a dónde iremos?

—Regresaremos a Lake Corp, AB ya me ha autorizado.

—¿Me recibirán a mí? —, pregunta la niña, dejando ver que no quiere escuchar una respuesta que no sea un sí.

—¡Sí, cariño! ¡Sí! —, le dice mientras se mueve para abrazar a la niña que empieza a temblar de miedo.

—¡No quiero irme, Zoe!

—Yo tampoco, Sara, pero debemos hacerlo. No es seguro para ninguna de las dos quedarnos aquí, y entre más rápido nos vayamos, mejor. Si Sol consigue algún vehículo bimodal, la tendremos aquí en minutos—, en este momento se separa de la niña para mirarle a los ojos. —Lo siento, cariño. Lo siento—, le dice dejando ver un grado de tristeza. La niña empieza a llorar, ella la vuelve a abrazar.

—Prometo que todo va a estar bien, cariño. Lo prometo—, la niña acepta estas palabras y consigue relajarse un poco. Seguido se separa de Zoe, y acepta las palabras de esta con su cabeza. Tras esto, Zoe, le suelta y continúa empacando cosas. Lo último que echa a la maleta es una fotografía impresa de Sara y ella montando un velociraptor en algún zoológico de la ciudad.

Casa de Atenea.

—¡Papá! —, grita Everest mientras corre hacia Anderson que ingresa a la Casa; este ríe alegremente mientras tira al piso la mochila que carga para agacharse y abrazar al pequeño que corre hacia él. Atenea está en el extremo opuesto de la sala con los brazos cruzados y con pocas ganas visibles de socializar.

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⏰ Última actualización: Mar 10 ⏰

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