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Capítulo 7

Hace tan solo un día estábamos en la cúspide de la evolución humana, y de golpe hemos vuelto a la barbarie.Eso que llamamos cevilización, es más frágil de lo que crees.

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"Las protestas se han extendido por todos los países americanos y europeos. Las organizaciones de derechos humanos reportan entre 300 y 400 muertos, incluyendo 74 policías. Los países más afectados son Estados Unidos, India, Argentina y España".

Esta noticia se muestra a través de la pantalla holográfica en la sala vacía del apartamento de Atenea.

—Veintidós..., veintitrés..., veinticuatro..., veinticinco, —es lo último que Dan logra decir antes de dejarse caer al suelo tras completar 25 flexiones de brazos—. Debí haber asistido a mis clases de física, —menciona mientras yace boca abajo, respirando con dificultad.

—Hey Gus, ¿qué dijo el amor de mi vida?

—¿Quién es hoy el amor de tu vida, Dan? —pregunta al instante el asistente.

—Pensé que éramos amigos.

—Lo somos, Dan, pero no sé quién es el amor de tu vida en este momento.

—Claridad, ella es el amor de mi vida, y no entiendo por qué no lo sabes.

—Hasta hace dos meses, era Zoe, la LC4 que trabajaba en el supermercado Li Zhu y que se entregó a las autoridades al descubrir que había estado contigo, siendo tú menor de edad.

—Ella es el otro amor de mi vida.

—Como gustes, Dan.

—Con ella será diferente. —El asistente acepta el comentario.

—Dijo que era extraño, que Everest había entendido perfectamente las lecciones, pero que no había problema, que podría encontrar un momento en la tarde de hoy. Sin embargo, no podría ser presencial, ya que está con su pareja en San José y, debido a los disturbios, el gobierno ha recomendado no salir a menos que sea estrictamente necesario.

—¡¿Qué?! —exclama bruscamente mientras se sienta en el piso—. ¡¿Tiene pareja?! Digo, ¿está en San José? ¡Carajo! —El asistente percibe que la pregunta real era la primera.

—Sí, tiene una relación con una LC3 de nombre Sea.

—Vaya, una maldita robot. ¡No solo nos quitan el trabajo, ahora también a las chicas! —se queja.

—Legal y moralmente no estaría bien si Claridad quisiera mantener una relación contigo, Dan.

—Como dice el refrán popular chino, "Si te faltan 56 días para cumplir 16, está bien que te gusten las chicas de 26".

—Guardaré ese refrán en mi base de datos.

—Es importante que lo hagas.

Las conversaciones triviales de Dan sirven como la calma antes de la tormenta, una tormenta que ya ha alcanzado la capital.

La seguridad del sistema carcelario ha sido violada, y miles de reos corren por las calles con el único objetivo de no volver a pisar la cárcel, dispuestos a hacer cualquier cosa por ello, literalmente cualquier cosa, incluyendo matar a cualquier policía que intente detenerlos.

—¡Alto ahí! —gritan dos policías mientras apuntan sus armas a un grupo de 10 reos que corren por el pasillo de la cárcel San Vicente, Costa Rica. Los reos se detienen bruscamente mientras intentan mantener la calma.

—Tranquilos, chicos —dice David Rogan, uno de los reos que intenta escapar, condenado por asesinato y tráfico de armas—. Nadie irá a ningún lado, ¿verdad, señores? —les pregunta retóricamente a los demás reos que intentan escapar; estos responden afirmativamente.