Capitulo 3

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Tu dilema continúo siendo contarle o no contarle sobre ti, sobre todo lo que había pasado, preguntarle qué había sucedido en aquel entonces, pero eras consciente de que era algo difícil de creer y fue una de las causas de tu desaparición. Pero también deseabas acariciar su rostro y morder sus labios al tenerlo tan cerca. Una lucha entre tu mente y tu cuerpo.

Namor: ¿Cómo es que tienes esa caracola y como sabias su funcionalidad? Nunca debieron salir de aquí en primer lugar, pero supongo que sabes quién se las llevo y donde está la otra. Dime. –Al no tener respuesta inmediata de ti, soltó bruscamente tu rostro, te tomaste tu tiempo para pensar que y como decir.

T/N: ...

Namor: Hace unas cuantas décadas alguien logró entrar a este lugar, alguien muy especial. No he conocido persona igual a ella, capaz de tomar algo más que mi amor y deseo, alguien digno de estar a mi lado al frente de toda una nación, de una nación que aborrecía a la gente de la superficie. No tenía ningún amor por ellos hasta que la conocí. Fue querida y apreciada por mi gente poco a poco, era alguien muy inteligente, capaz y su amor rebosaba en cada poro de su cuerpo por mi gente y por mí, aunque de una manera diferente. Talvez sentir esas sensaciones y sentimientos por primera vez por alguien me distrajo. Nos convenció de explorar un poco la superficie. Realmente solo un pueblo próximo a nuestro dominio, pudimos convivir durante casi 20 años, fue realmente hermoso para mi gente, algunos claro, los que habían decidido hacerlo.

Todo iba bien hasta que una preocupación se incrustó en su cabeza. Su cuerpo cambiaba más rápido que el mío, envejecería más rápido y desaparecería. Estuvo muy inquieta y se volvió una obsesión. Un día deicidio partir y alejarse de mi lado...sin decirme... solo dejó una nota diciéndome que encontraría la manera de no envejecer y estar a mi lado, se llevó dos caracolas con ella y 20 años después me llamó. A pesar de que el tiempo para mi es diferente, ella no se imagina lo que sentí.

Cuando ella me invocó a la orilla de la playa ... su cabello era gris como las cenizas, había envejecido. Solo me dijo que no lo había logrado, que sentía haberme dejado, pero ya era demasiado tarde. Me ocultaba su rostro, no me dejo tocarla, no dejo que me acercara, se dio la vuelta y se fue.

Realmente estaba muy dolido, con mucha ira en realidad, como se atrevía a dejarme de esa manera, nunca había amado a nadie de esa manera, un amor diferente al que siento por mi gente, algo que experimenté por primera vez.

Lo peor es que esa misma noche mercenarios fuertemente armados y en gran cantidad llegaron al pueblo, habían estado observando nuestros movimientos descuidados en la superficie, querían algo nuestro, habían descubierto algo que querían. Cuando llegué al pueblo, todos habían muerto, habíamos sido demasiado inocentes y no fuimos lo suficientemente precavidos, alguien de ese pueblo tuvo que haber sido el traidor. Mis tropas salieron de las profundidades y acabaron con esos hombres y más. El culpable había sido yo, el amor puede enceguecer y fui quien accedió a permitir que vivieran en la superficie, sabes muchos eran jóvenes y niños. Ninguna vida debía perderse.

T/N: ... Siento inmensamente tu perdida como no te imaginas ... Sabes, tienes razón, su obsesión por prolongar su vida fue muy egoísta, la consumió.

Namor: ¿Me vas a decir quién eres? ¿Eres su descendencia? ... ¡¿Maldita sea porque no me dices de una vez?! ¡No soy un hombre paciente!

T/N: Como dije, su obsesión fue muy egoísta contigo y consigo misma. Ella visitó brujos y hechiceros, hizo toda clase de rituales que no funcionaban, mientras miraba su reflejo envejecer. Lamentablemente llamó mucho la atención de la gente que con el tiempo la acusaron de bruja y las llamadas "brujas" eran sacrificadas en nombre de la fe. Pasó mucho tiempo escondiéndose y escapando hasta que ya no pudo más. Así que su último esfuerzo se centró en encontrarte, pero en un lugar apartado de la gente. Ella era consciente del dolor, el odio y la ira en ti. Pero el egoísmo abrazó su corazón una última vez, pudo haberte regresado tus reliquias, pero muy en el fondo deseaba poder de alguna manera volver a verte. Luego las escondió.

Namor: ¿Eres su descendiente?

T/N: ... No...

Namor: Entonces como sabes eso.

T/N: ...

Namor: ¿Puedes decirme donde está su tumba?

T/N: No hay ninguna tumba ...

Namor: ¿Qué pasó con ella entonces? ¿Conoces cómo fueron sus últimos días de vida?

T/N: Bueno... el día en que se despidió de ti... ese fue su ultimo día...

A pesar de que él quería odiarla con todas sus fuerzas, no podía desechar tantos años negándose a sí mismo que no la había olvidado. Se conmociono al pensar en que ese día se despedía no solo de él, sino también de su vida.

Namor: ¿Cómo murió?

T/N: Y eso que importa ...

Namor volvió a sostener su mentón, pero esta vez con brusquedad.

Namor: No seas insolente ¡Dime como murió!

T/N: Si la odias aun, será placentero para ti saberlo ... pero si no, no sé si deberías saberlo.

Él se lo pensó por un momento, pero fue muy contundente en hacerle saber que debía decirle.

T/N: ... Bueno... sabes... donde ella estaba aun las brujas eran quemadas en la hoguera, en lugares remotos ...Su alma dejó atrás ese cuerpo hecho cenizas ...

Él soltó su rostro y se alejó.

*Creo que lo mejor era no haber regresado*

Namor  " Las heridas del tiempo "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora