𝐄 𝐒 𝐓 𝐑 𝐄 𝐋 𝐋 𝐀|| 𝐈𝐕𝐀́𝐍 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐈𝐕𝐀𝐋𝐃𝐎

☘︎ ︎𝐕𝐈𝐈 ☘︎︎

꧁ɴᴀʀʀᴀ ᴇsᴛʀᴇʟʟᴀ꧂

—¿Que pasa papá?— interrumpo la conversación que estaba teniendo con Cheyo afuera de la caballeriza —Hola ¿cómo estás Elíseo?— lo salude

—Bien niña ¿y tu?— me da un abrazo

—Pues feliz de estar de nuevo en casa pero ¿que está pasando, por que se ven preocupados?— me acerco más a mi papá intrigada

—Nada mija solo que encontramos a un traidor entre nosotros quien estaba pasándole información a los contrarios—

—¿Quien es?— hablo firmemente

—Es un pistolero pero ya lo tenemos en el cuarto de torturas y ahorita hago que cante el cabron—

—Déjame encargarme de eso ¿Si?—

—No mija como cree no quiero que te metas en esto—

—Papá por favor déjame te prometo que yo le sacaré toda la información necesaria y hasta más— alzo la mirada esperando la respuesta de mi padre

—Esta bien encárgate de ese perro traidor— se retira dándome un beso en la frente

—esto es lo que vas a hacer Elíseo, quiero que le quiten la ropa y solo quede en sus bóxers y prendan el calentón lo más alto y en unas dos horas iré yo— le ordeno y me meto a la casa

Entro a la sala donde estaba Serafín jugando con su playstation —Oye ¿y si ordenamos una pizza?— me aviento al sillón

—Ándale Umm ami que me den de pepperoni y...champiñones—

—Que asco— lo veo con cara de fuchi

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—Ya ven a comer Sera ya trajeron la pizza— grito deste la cocina poniendo los platos en la mesa

—Vamos!— grita deste la sala

¿Vamos? Salí de la cocina hasta la sala y ahí también estaba Alfredo y Iván

—Hola Estrella, ¿Que cuentas plebe?— me saluda Alfredo sentado en el sofá jugando con serafín

—Bien bien más bien estoy excelente— me siento junto a él y recargo mi cabeza en su hombro ignorando a Iván quien estaba en el otro sofá

—¿Y eso?— enreda sus manos en mi y aún así jugaba

—hay trabajo para mi en el cuarto de torturas— me pego mucho a él sonriendo

Alfredo comienza a jugar con mi cabello, pone un mechón de pelo detrás de mi oreja —¿Lo hacemos los dos?— me pregunta coqueto pero como amigos

Le iba a responder pero fuimos interrumpidos por un ruido, todos volteamos y el florero que estaba a lado de Iván cayó al suelo quebrándose

—Perdón se me pasó la mano— se levantó del sofá enojado y se fue

—¿Y este pendejo que trae?— Serafín se saco un poco de onda