Me quede dormida en el camino y desperté en un cuarto oscuro que solo se veía por todas las velas alrededor que iluminaban el cuarto lleno de rosas globos y un oso enorme color café a lado
Me recargue en la cabecilla de la cama aún casi dormida y confundida. Talle mis ojos y ahí es cuando estaba despierta al cien, cuando me quise levantar cayo una caja negra de la cama
La tome y la abrí viendo un hermoso anillo de oro con dos abejas conectadas
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quede enamorada del detalle. Lo admiraba y escucho a alguien entrar, alzo la cabeza y era Iván viéndome con una sonrisa con su regalo en mano
—¿Te gusto?— habla acercándose a mi. —Si no te gusto lo cambio y tú eliges la joya que te guste—
—No, no me gusto...me Eeeenncantooo, esta hermoso Iván gracias muchas gracias— me le quede dándole una sonrisa hasta que ya no pude y lo abrase fuertemente. —Muchas gracias enserio Iván me encanto..jamás me lo quitaré— le susurre al oído
—Que bueno que te gusto chula— me dijo al oído mientras me tenía bien abrazada de la cintura. —Pero a ver póntelo—
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—Se ve hermoso..es como mi firma en forma de anillo, eres muy bueno eligiendo regalos— no pare de admirar al anillo
—cualquier hombre que se inspire en tu belleza compraría solo lo más digno— pasa su dedo por mis mejillas, toma mi mano y le da un beso
—¿Y mis hijos?— comencé a ver a los lados por si estaban pero no estaban en el cuarto
—Nuestros hijos, y ellos están bien están en la casita de a lado jugando con el Nini, no te preocupes—
—¿Que hacemos aquí? Mejor llévame con ellos— trate de salir a buscarlos pero Iván me detuvo tomándome por la cintura. —Suéltame y llévame con mis hijos—
